Prueba piloto de masovería urbana en el Urgell para habitar casas vacías

Maldà acoge la primera prueba piloto en el Urgell para habitar viviendas vacías a través de un contrato de masovería urbana: los habitantes pagan alquiler al propietario en especies, haciendo obras para rehabilitar el inmueble. Laia Coca, de Linyola, y David Puyalto, de Tamarite de Litera, se instalaron en Maldà a finales de julio. Al principio, acordaron con el propietario que no pagarían durante tres meses a cambio de mejoras en el inmueble. Pasado este plazo, han acordado un alquiler asequible que completan con nuevas obras. El consell del Urgell ha intervenido en el contrato, por 5 años y prorrogable.

El conseller comarcal de Repoblament, Sebastià Mata, explicó que la participación del consell busca dar “sensación de seguridad tanto al propietario como a los inquilinos”. Asimismo, el arquitecto del ente comarcal ha asesorado los inquilinos sobre las reformas. Para Coca y Puyalto es una “muy buena oportunidad”. “En la mayoría de pueblos hay casas vacías cuyas propietarias no las alquilan porque deberían invertir en ellas, y este modelo es perfecto porque podemos hacer obras como pago del alquiler”, valoraron. “Las casas vacías acaban cayéndose, entristecen los pueblos y hacen que pierdan vida, por lo que la masovería urbana es una buena fórmula”, añadieron.

Mata destacó que “esta prueba nos permite valorar el modelo y establecer pautas, como el asesoramiento del arquitecto”. Añadió que el consell se reunió la semana pasada con el conseller de Territorio, Damià Calvet, para abordar la necesidad de herramientas que faciliten la recuperación de casas vacías, “ya que degradan los pueblos, acaban siendo un peligro y no cumplen su función social como vivienda”. Por su parte, Bellpuig ya ha regulado la masovería urbana con una nueva ordenanza.