ESNOTICIA
La Alta Ribagorça gana más de 400 vecinos por la pandemia
Solo El Pont suma 300 habitantes por el teletrabajo y la apuesta por entornos rurales
La Covid ha supuesto una oportunidad para los pueblos pequeños, que han ganado vecinos debido al teletrabajo y a la preferencia por entornos rurales y menos masificados. Así, la Alta Ribagorça ha ganado más de 400 vecinos desde marzo, aunque otras poblaciones de Lleida como Vielha o Vinaixa también han visto incrementar sus censos.
El impulso del teletrabajo por la crisis sanitaria y la apuesta por entornos rurales menos masificados que las grandes ciudades ha supuesto una oportunidad para los pueblos de Lleida, que han visto incrementar su censo en los últimos meses. Uno de los casos más significativos es la Alta Ribagorça, que ha ganado más de 400 nuevos vecinos, 300 de ellos en la capital, El Pont de Suert. Su alcalde, Josep Antoni Troguet, apuntó que el confinamiento y el teletrabajo son las principales causas de este aumento. A ello, hay que sumarle los servicios y la posibilidad de disponer de tecnología 4G y fibra óptica. “Desde marzo ha sido un goteo continuo de empadronamientos, personas vinculadas al municipio o que tenían aquí una segunda residencia”, dijo. Esto también ha provocado que el colegio público haya ganado 22 alumnos. “La gente valora la calidad de vida, en un entorno como el que tenemos aquí, y una mejor gestión del tiempo”. Una de estas nuevas vecinas es Meritxell, de 45 años y que trabaja en la industria farmacéutica, que ha convertido su segunda residencia en su vivienda habitual. “Aquí no me falta de nada, tengo todos los servicios y equipamientos necesarios, estoy en plena naturaleza y no es un inconveniente ir a Barcelona una vez al mes por trabajo”. Aseguró que la pandemia lo ha cambiado todo y “ha demostrado que muchos trabajos se pueden hacer desde casa y telemáticamente. Hacemos el mismo trabajo y con los mismos resultados que en los despachos”.
En Vilaller este incremento ha sido de alrededor de 50 personas, según la alcaldesa, Maria José Erta. “Incluso hay familias que se han comprado una vivienda, otras están en alquiler o en segundas residencias”. El colegio también ha ganado 4 alumnos. El consistorio ha habilitado la sala de actos con horarios establecidos como área de trabajo con wifi gratis, para aquellos que lo necesiten. Por su parte, la alcaldesa de La Vall de Boí, Sònia Bruguera, explicó que han ganado entre 50 y 60. En su mayoría, son personas que tienen una segunda residencia y que han optado por mudarse a esta localidad.
Esta situación se repite en otros municipios de Lleida. Vielha y Naut Aran sumaron 85 nuevos vecinos cada uno entre marzo y septiembre. Del mismo modo, localidades de Les Garrigues como Vinaixa o La Floresta también han ganado habitantes desde marzo, así como en poblaciones de los Pallars, el Urgell o el Segrià.
«Servicios y naturaleza han sido la clave para tomar la decisión»
Núria Cereza. Vilaller
La familia de Núria Cereza es una de las que se ha establecido en Vilaller. Explicó que en verano, tras el confinamiento estricto en Barcelona, decidieron quedarse en este municipio de la Ribagorça, donde ya tenían una vivienda. “Es un lujo estar aquí, mis hijas se han adaptado muy bien en el colegio, teletrabajamos y el tiempo es mucho más eficiente. Los servicios, internet y la naturaleza han sido clave para tomar esta decisión”, dijo. Tanto ella como su pareja son ingenieros de telecomunicaciones y el teletrabajo les permite poder cambiar de vida.