FAUNA GRANDES DEPREDADORES
Detenido un agente de Medio Ambiente del Conselh d'Aran por la muerte del oso Cachou
Se le atribuye un delito contra la fauna, otro de revelación de secretos y un tercero de prevaricación || El acusado, vecino de la Val, declaró ayer por la tarde ante la jueza de Vielha y negó los hechos
Un agente de Medio Ambiente del Conselh Generau d’Aran fue detenido el miércoles y declaró ayer por la tarde ante la juez por la muerte del oso Cachou el pasado mes de abril. Salió del juzgado de primera instancia e instrucción de Vielha en libertad con cargos. Se le atribuye un delito contra la fauna; otro de revelación de secretos, y un tercero de prevaricación. El acusado, A.M.G., negó ante la magistrada los hechos que se le atribuyen, según explicó su abogado, Enric Rubio. Horas antes de su declaración, hubo un registro en su vivienda, en el municipio de Les.
Esta detención llega medio año después de que el cadáver del oso apareciera en un bosque de Les, el pasado 9 de abril. Fue localizado gracias al dispositivo GPS que el animal llevaba en un collar para facilitar su seguimiento, al tratarse de un animal considerado problemático (ver claves). Fuentes próximas puntualizaron que, en ese momento, el acusado no trabajaba para el Conselh Generau. Sin embargo, había estado con anterioridad en la plantilla de la administración aranesa.
En los años 2018 y 2019 formó parte del equipo aranés de apoyo para la conservación del oso, en el marco del programa Piroslife financiado por la UE. Semanas después de la muerte de Cachou, el pasado 27 de abril, ocupó el cargo de agente auxiliar de Medio Ambiente del Conselh Generau como funcionario interino. Personal vinculado a la gestión del oso en la Val tenía acceso a las localizaciones del GPS del oso Cachou, que se hacían públicas con varios días de diferencia.
El Conselh Generau limitó sus declaraciones a un comunicado en el que expresaba su “respecto al procedimiento judicial y a la presunción de inocencia” del acusado. Subrayó su esfuerzo en aclarar las causas de la muerte del oso, al encargar la necropsia a la UAB y “poner el caso en manos de los juzgados”. La causa sigue bajo secreto de sumario después de seus meses.
La asociación ecologista Ipcena, personada en la causa judicial junto a Fapas, celebró que la investigación del juzgado de Vielha haya conducido a una detención. Ambas entidades apreciaban posibles indicios de envenenamiento, como el rictus en la boca del cadáver. El portavoz de Ipcena, Joan Vàzquez, se mostró “asombrado” porque una persona dedicada a la protección del oso esté acusada de matar un ejemplar, valoró que “no haya sensación de impunidad” y apuntó a la posibilidad de que haya más implicados.
las claves
- Cachou, un oso “problemático”. Este oso era uno de los dos considerados “problemáticos” junto con Goiat. Se les atribuía una voracidad inusual y una preferencia insólita por el ganado equino. Por este motivo, estos dos ejemplares llevaban collares GPS y se les aplicaron medidas de aversión para tratar de modificar su conducta. Fue necesario capturar a Cachou para ponerle el collar, mientras que sustituyeron el que llevaba Goiat cuando el que llevaba desde su reintroducción en 2016 se quedó sin batería.
- Cambiar su conducta. El Conselh recurrió a ruidos y a la aplicación de fungicidas en piezas de carroña para tratar de modificar la conducta de Goiat y Cachou. Aplicaban así un protocolo que, en caso de fracaso, contemplaba la posibilidad de expulsarlos del Pirineo e incluso sacrificarlos. Esta última posibilidad llegó a plantearse el año pasado.
- Hallado muerto el 9 de abril. Técnicos del Conselh hallaron el cadáver de Cachou en Les el pasado 9 de abril, después de constatar que la señal del GPS no registraba movimientos.
- Investigación abierta. Un primer exámen apuntó a daños por una caída a la espera de análisis toxicológicos, y el juzgado de Vielha abrió una investigación bajo secreto de sumario.
Dos ejemplares muertos este año, pero la población crece y ya son 65
Tres meses después de la muerte de Cachou, el cadáver de otro oso apareció tiroteado en la región francesa de la Ariège, cerca de la frontera con el Pallars Sobirà. También este caso es objeto de una investigación judicial en Francia. Pese a estas bajas, la población de osos en el Pirineo ha mantenido la tendencia al alza del últimos años. Una docena de nuevos oseznos, así como avistamientos de osos que se han sumado al censo de 2019 elevan la población actual a 65 ejemplares conocidos. Ninguno de ellos está ya localizado a través de dispositivos GPS. Goiat ha perdido el que llevaba consigo, mientras que los de las hembras Sorita y Claverina, liberadas en 2018 en el Pirineo oriental, han dejado de funcionar al quedarse sin batería. El crecimiento de la población de osos ha ido acompañado de un resurgir del movimiento contrario a esta especie a ambos lados de la frontera.