Unas 400 personas exigen en Vielha soluciones urgentes para el turismo

Unas 400 personas se manifestaron ayer a mediodía en la plaza de la Iglesia de Vielha para exigir medidas urgentes para el turismo y denunciar la difícil situación que atraviesa el sector. La protesta, que incluyó una cacerolada, fue organizada por el Grèmi d’Ostalaria dera Val d’Aran. Además de hosteleros y empresas turísticas, acudieron a la convocatoria otros trabajadores de otros sectores como el del comercio o taxistas.

El objetivo de la movilización era protestar contra el plan de desescalada de la Generalitat, que en esta primera fase no permite desplazamientos entre municipios en fin de semana, algo que perjudica a territorios que viven del turismo, como es el caso de Aran. El presidente del Grèmi d’Ostalaria, Xacobe Bartolomé, señaló que estas restricciones “matan” al sector. Calificó la situación como “insostenible” y pidió ser consultados y participar en la toma de decisiones que les afecten. Bartolomé insistió en la petición de alargar el horario de apertura y cerrar a las 22.30 en lugar de las 21.30 para poder servir cenas.

Del mismo modo, los manifestantes pidieron ayudas directas y que se suspenda el pago de tributos como el IBI, el agua, la basura y las cuotas de autónomos para hacer frente a los perjuicios que han ocasionado los cierres a la hostelería. También reivindicaron medidas adaptadas a cada territorio. Durante la protesta, cortaron durante media hora la C-28 a su paso por el centro de Vielha y, tras la concentración, algunos manifestantes hicieron una marcha lenta en coche. Lionel, responsable de un establecimiento turístico de Naut Aran, recordó que en la Val también se ven afectados por el confinamiento en Francia por proximidad. Por su parte, Carme, que tiene alojamientos turísticos en Arties, explicó que no hay reservas para el puente de la Purísima, cuando en otro año rozarían el 100%. Del mismo modo, para Navidad son solo del 20% y existe la posibilidad de que se cancelen a última hora. Pidió más libertad para gestionar los negocios y que pueda llegar gente de fuera de Catalunya para “poder trabajar”. Cabe recordar que, la semana pasada, la Federación de Hostelería de Lleida organizó también una marcha lenta en la capital del Segrià para denunciar las pérdidas ocasionadas por las restricciones de la Generalitat.