Impulsan 2 biorrefinerías en Lleida para hacer de plásticos a cosméticos con restos vegetales

Lleida acogerá dos biorrefinerías experimentales, dedicadas a obtener materias primas para elaborar desde plásticos hasta cosméticos a patir de materia vegetal procedente de bosques, como madera de escaso valor comercial y restos de limpiezas forestales. Forman parte de dos proyectos financiados por la UE, promovidos por organismos distintos y que persiguen un mismo objetivo: dar rentabilidad a la gestión de las áreas forestales mediante el desarrollo de nuevos productos, y favorecer nuevas activides industriales y empleos vinculados al sector forestal. Esto supone una alternativa a usos tradicionales como la venta de madera y a la explotación de la biomasa como combustible en forma de astillas o pellet (ver desglose).

Solsona acogerá una de estas biorrefinerías, en el marco de un proyecto Life liderado por el Centre de Ciència i Tecnologia Forestal (CTFC). Se sumará a la prevista en el polígono Campllong de Balaguer, incluida en un proyecto de especialización territorial (PECT) que coordina la Diputación. Las dos estarán dedicadas a investigar sobre cómo aplicar esta tecnología, ampliamente implantada en el norte de Europa, a las variedades de árboles y arbustos de Lleida; y a divulgar los resultados para que empresas les den usos comerciales. Sin embargo, cada planta estará orientada a distintos productos.

Las investigaciones buscan cómo adaptar tecnología ya en uso a las variedades de árboles y arbustos de Lleida

El proyecto Life Biorreformed del CTFC se orienta a obtener de materias primas para cosmética, química, farmacéutica y complementos de alimentación como antioxidanes, azúcares y ácidos acéticos. También plantea obtener fertilizantes. Su presupuesto es de 1,57 millones, de los que la UE aporta 863.924. La directora, Neus Puy, explicó que buscan impulsar la gestión forestal allí donde ahora no es rentable, e incluirán controles en las fincas de donde se extraerá la materia prima para comprobar el impacto ambiental.

Por su parte, el proyecto Imbiofust, que coordina la Diputación junto con la UdL, plantea obtener lignocelulosa, un componente de la pared celular de las plantas con aplicaciones que van desde combustibles para vehículos (bioetanol) hasta bioplásticos y materiales de construcción. Hasta ahora han elaborado estudios para decidir la ubicación de la planta en Balaguer y el proyecto para construirla en 2021. El consistorio ha cedido la parcela y está previsto emplear madera contralaminada de los bosques del Pirineo en el edificio, como otra muestra de cómo dar valor a los recursos forestales.

El Alt Urgell estrena el primer centro logístico de biomasa El ayuntamiento de Montellà i Martinet produce más astilla de la que consume en calderas de biomasa y vende el excedente a terceros, básicamente a ayuntamientos y entes públicos. Acaba de estrenar uno de los cinco centros logísticos de biomasa que está implantando la Diputación en el Pirineo. El alcalde, Josep Castells, destacó que el nuevo centro “contribuirá a la autonomía energética” del municipio y a “rentabilizar las más de 2.800 hectáreas de bosque municipal”. El equipamiento, de 500 metros cuadrados, tiene capacidad para 2.000 metros cúbicos de astillas. El municipio tiene dos calderas de biomasa y una tercera instalación calentará de forma conjunta el ayuntamiento, la escuela, el consultorio médico y los locales para jóvenes y para la tercera edad.