INFRAESTRUCTURAS PROYECTOS
El Gobierno desencalla la variante de La Pobla de Segur, 8 años parada
El BOE publica el informe de impacto ambiental y se prevén 158.000 euros para redactar el proyecto || La ronda tendrá un túnel de 850 metros y dos viaductos
El ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha retomado el proyecto de la variante de La Pobla de Segur en la N-260 (Eix Pirinenc) después de que en 2012 se paralizaran los trabajos de la redacción del trazado y se firmara el acta de suspensión de la infraestructura. El Gobierno retomó en 2019 el proyecto así como un nuevo procedimiento de evaluación ambiental, cuya resolución se publicó ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE). De hecho, en el proyecto de presupuestos del Estado para 2021 se contemplan 158.130 euros para la redacción del proyecto constructivo de la variante de La Pobla en el Eix Pirinenc.
La alternativa elegida para la nueva ronda tiene una longitud de 1.954 metros, se inicia en la rotonda de la carretera N-260 y comprende el tramo que va desde el puente sobre el río Flamisell hasta el barranco de Vallcarga, y finaliza en un semienlace que permitirá conectar con el actual Eix Pirinenc, y el acceso hacia Sort desde La Pobla. Este acceso se resuelve mediante una solución a diferente nivel (semienlace) aprovechando la estructura del barranco de Vall-carga y la traza de la carretera existente. El trazado incluye un viadacto de 120 metros sobre el río Flamisell, un túnel de 856 metros al norte de la población, y un viaducto de 125 metros para salvar el barranco de Vallcarga y una intersección a varias fincas. Se han descartado otras dos alternativas que partían de un punto del tramo de Senterada-La Pobla, situado al norte, desviándose hacia el este y cruzando el viaducto del Flamisell. La necesidad de la variante se justifica por el previsible incremento del tráfico, al haber mejorado los tramos que confluyen en La Pobla: hacia Senterada (dirección norte), a Sort (noreste) de la N-260, y a Tremp por la carretera C-247, cuya titularidad corresponde a la Generalitat. Este incremento del tráfico agravaría las condiciones de circulación, ya insuficientes en la travesía, contribuyendo al deterioro de las condiciones de habitabilidad e incrementando el riesgo de accidentes. El alcalde de La Pobla, Marc Baró, apuntó que la opción elegida es la que aprobó el consistorio, “aunque será muy difícil que se ejecute a medio plazo”. “Tenemos un gran problema de seguridad en esta vía y la C-13, que pasan por el centro”, dijo. El subdelegado en Lleida, José Crespín señaló a su vez en twitter que supone “un impulso para la conectividad del Pirineo y un cambio en la seguridad vial de La Pobla”.