El oso Cachou murió dos semanas después de ser envenenado

Agentes de la Policía de la Generalitat-Mossos d'Esquadra de la División de investigación Criminal (DIC) de la Región Policial de Pirineu, conjuntamente con agentes rurales del Área Regional de l'Alt Pirineu y con la colaboración del Conselh Generau de Aran, detuvieron el 19 de noviembre a un hombre, de 31 años y nacionalidad española, y citaron como investigado otro por su presunta relación con la muerte del oso Cachou en Les (Val d'Aran).

Los hechos se remontan al 9 de abril, hacia las 14 horas, cuando agentes de Medi Ambient del Conselh Generau de Aran y miembros del Cuerpo de Agentes Rurales de la Generalitat de Catalunya localizaron el cuerpo sin vida del oso Cachou en la zona de Sobrepera en el término de Les (Val d'Aran). El oso Cachou, nacido el año 2015 y equipado desde el año 2019 con un collar transmisor de posición GPS, había dado señales de mortalidad por falta de movimiento el día 31 de marzo.

El cuerpo se encontraba a una zona con mucha pendiente, y del análisis ocular del lugar se apreció que el oso habría caído de un desnivel, quedando en una posición no natural. El cuerpo estaba totalmente rígido pero no estaba inchado ni olía y, por la observación de la fauna cadavérica, hacía poco tiempo de su muerte.

Desde aquel momento se inicia una investigación con el fin de poder aclarar las causas de la muerte, recogiendo diferentes muestras de excrementos, estudiando el estado del cuerpo y analizando posibles indicios relacionados con el caso situados en la zona donde se descubrió el cadáver.

Una vez tomadas las primeras muestras se procedió a la extracción del cuerpo en helicóptero -vista la dificultad orográfica del terreno- y trasladarlo a la UAB para practicarle la necropsia. El Servicio de Ecopatología de Fauna Salvaje (SEFAS) de la UAB hizo una necropsia preliminar el día 10 de abril, donde se observaron unas heridas faciales compatibles con un traumatismo provocado por otro oso, pero de carácter leve y sin afectación en estructuras vitales. Asimismo, se obtienen diferentes muestras biológicas del cadáver para poder hacer un análisis toxicológico e histopatológico con el fin de poder determinar si su muerte podía estar relacionada con la ingesta de sustancias tóxicas.

El Instituto Nacional de Toxicología, una vez analizadas las muestras, determina la presencia de etilenglicol, un producto químico presente en elevadas concentraciones (90-95%) en los anticongelantes de los vehículos.

Con todos los datos analizados se pudo determinar que la muerte del oso se había producido entre el día 8 y 9 de abril y que el envenenamiento se habría producido entre los días 26 y 27 del mes de marzo.

Con todos las indicios recogidos se confirmó que la muerte del animal fue provocada por un envenenamiento y se descarta que se produjera de manera casual. Por este motivo se abrieron diligencias penales al juzgado de Vielha. En este momento se inicia una investigación conjunta entre el Cuerpo de Agentes Rurales y el Cuerpo de Mossos d'Esquadra -con la colaboración del Conselh Generau de Aran- para poder identificar y localizar a los autores del hecho.

Fruto de las indagaciones, los investigadores pudieron determinar que habría cinco personas que podrían estar implicadas en la muerte del animal. Las cuales habían podido estar a la zona, durante el confinamiento por la Covid-19, para ser de la zona o por motivos muy concretos.

Los agentes constataron que una de estas personas estaría facilitando, de manera no autorizada, información en terceros sobre los movimientos de los oso por la zona, información que sólo podía ser conseguida por personal que controlara los movimientos de los animales por su posicionamiento GPS. Y que una de estas personas estaba claramente vinculada con movimientos contra la liberación de los oso en el Pirineo, y que incluso en varias ocasiones y de manera pública había manifestado que se podía matar un oso haciendo uso de anticongelantes.

Ante estos hechos, el 19 de noviembre se estableció un operativo policial que permitió detener a un hombre por su presunta implicación en el envenenamiento, y citar como investigado otro por los mismos hechos. La investigación, que continúa abierta, también ha permitido investigar tres personas más.