SUCESOS PEDERASTIA
“Me tocaba en medio de clase”
Han pasado casi 60 años desde que sufrió abusos por parte del hermano Moisés González cuando estudiaba en Maristes Montserrat de Lleida, pero nunca lo ha olvidado. Una de las víctimas, que hasta ahora nunca lo había denunciado públicamente, relata a SEGRE los tocamientos que sufrió, de los que también fueron víctimas decenas de exalumnos entre mediados de los años 40 hasta mediados de los 80. “Recuerdo cómo si fuera ayer cómo me tocaba mis partes íntimas por debajo del pantalón corto mientras estaba dando clase. Cuando subías al estrado, te ponía a su lado, él sentado en la mesa, y te tocaba. Le daba lo mismo que los otros niños estuvieran presentes. Yo era uno de los habituales de estos tocamientos, pero éramos muchos”, relata este vecino de Lleida. Ahora, con 65 años, rememora cuando se iniciaron estos tocamientos, al poco de coincidir con el hermano Moisés en el centro, cuando solo tenía 6 años. Unos abusos que se prolongaron durante cuatro años, hasta que dejó el colegio al cumplir los 10 por cuestiones familiares. “Nunca se lo conté a nadie. Me lo quedé para mí. Bastante había ya en casa. Pero, al hacerme mayor, y ser padre, me di cuenta de la gravedad de lo que me pasó. A mí y a otros, porque todo el mundo sabía lo que pasaba. Era vox populi. Pero nadie hacía nada”, explica. Una experiencia que las víctimas tampoco compartieron cuando eran pequeños, pero sí al ser más mayores. “Estos casos hay que denunciarlos, no se debe dudar ni un momento. Porque a mí se me han quedado grabados y no se puede permitir”, reivindica. Asimismo, recuerda que el director del centro de la época le golpeó porque sus padres no pagaban la cuota. “Era un niño, no entendía por qué hacían lo que hacían”, lamenta.
Gemans Maristes de Catalunya han reconocido los abusos sexuales que sufrieron cinco de sus exalumnos en el centro de Lleida, que denunciaron haber sufrido tocamientos en los años 70 y 80 por parte del hermano Moisés González, ya fallecido. Asimismo, recibirán una indemnización por los abusos sufridos cuando tenían entre seis y 12 años. Una decena de víctimas de este centro hicieron público los abusos el año pasado.