El Govern acepta equiparar Andorra y Alt Urgell en materia de movilidad

La Generalitat aceptó ayer la petición de equiparar a los ciudadanos de Andorra a los del Alt Urgell en materia de movilidad. Esto permitirá que que los habitantes del Principat se desplacen por Catalunya sin más restricciones que las que se aplican a los vecinos del otro lado de la frontera. Está previsto que entre en vigor a partir del fin de semana, cuando el confinamiento municipal pasará a ser comarcal. Sin embargo, la decisión no dependerá solo del Ejecutivo catalán.

El Gobierno español, que tiene las competencias en materia de fronteras, deberá autorizar que Andorra y el Alt Urgell se integren como territorio único de movilidad”, según la portavoz del Govern, Meritxell Budó. “Somos conscientes de la realidad de las zonas fronterizas, que deben de tener un tratamiento específico por las relaciones entre vecinos”, dijo. En esta línea, el alcalde de La Seu, Jordi Fàbrega, se mostró “muy satisfecho”, ya que esta medida “nos permitirá respirar desde el punto de vista emocional, por las familias de la comarca que no han podido verse en los últimos dos meses estando a escasos 15 kilómetros, y también por la relación económica”, dijo.

El ministro de Salud andorrano, Joan Martínez Benazet, se mostró “optimista” con la resolución final y añadió que la decisión catalana significa una asimilación y una flexibilización de movilidad entre territorios. El tráfico en la frontera de La Farga de Moles está siendo un 72% menor que el de hace un año. Según el Gobierno de Andorra, el volumen de entrada de vehículos entre el 1 y el 15 de este mes ha sido de 36.513, mientras que el del mismo período del 2019 fue de 132.447.

Frente a la previsión de ampliar la movilidad en la frontera andorrana, controles de Mossos en Aran impedían ayer el paso de coches procedentes de Francia, el primer día en que este país suaviza sus restricciones a la movilidad. Esto causó indignación en Les y Bossòst, y las instituciones aranesas volvieron a pedir a los gobiernos que tengan en cuenta la realidad de la zona. Los alcaldes de estas poblaciones y el Conselh insistieron que la economía del Baish Aran depende de los clientes galos. Muchos propietarios de negocios expresaron su malestar y consideraron un agravio que sí se permita el paso por otros puntos fronterizos. Esto sucedía ayer en la Jonquera.