SEGRE

SUCESOS TRIBUNALES

La condena de 130 años para el pederasta de Mollerussa ya es firme

Al aceptar ayer los hechos durante el juicio y renunciar las partes a presentar recurso || Según la ley, solo podrá cumplir 15 años y medio de prisión efectiva

Òscar Gallinat fue conducido de nuevo a prisión tras el juicio celebrado ayer en la Audiencia de Lleida.

Òscar Gallinat fue conducido de nuevo a prisión tras el juicio celebrado ayer en la Audiencia de Lleida.MAGDALENA ALTISENT

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Con un escueto “sí, acepto” acabó ayer el juicio contra Òscar Gallinat, el exeducador social y mediador del ayuntamiento de Mollerussa que aceptó una condena de más de 130 años de prisión por corrupción de menores, como avanzó la semana pasada SEGRE. La Audiencia de Lleida acogió ayer el juicio contra Gallinat después de que las partes llegaran a un acuerdo por el que el acusado, ya condenado de forma firme tras el juicio de ayer, aceptó una treintena de delitos. La sala emitió una condena de 130 años y dos meses de cárcel contra Gallinat, la más elevada impuesta nunca en Lleida, pero solo cumplirá 15 años y medio de prisión, el máximo que permite la ley en este caso. A falta de redactar la sentencia, la Audiencia declaró la pena firme después de que las partes rechazaran presentar un recurso contra la misma.

En cuanto a los delitos concretos, la Audiencia le condenó a 5 años y 2 meses de cárcel por cada uno de los 18 delitos de corrupción de menores (93 años); a 1 año y 3 meses por cada uno de los delitos de abuso sexual (2 años y medio); otros 3 años y 2 meses por cada uno de los 8 delitos de corrupción y grabación de material sexual (25 años y 4 meses); 5 años y 2 meses por distribución de pornografía, y otros 4 años y 2 meses por un delito continuado de abuso sexual. El acusado, de 46 años y en prisión preventiva desde mayo de 2019, reconoce que creó perfiles falsos en las redes sociales, donde se hizo pasar por una menor de unos 14 años para contactar con otros usuarios, todos ellos de entre 11 y 15 años, y les ofrecía fotografías a cambio de que estos le enviasen fotos en actitudes sexuales. Una práctica delictiva que se conoce como child grooming. Lo hizo al menos desde 2013 y hasta 2019, cuando fue detenido. La investigación pudo identificar a 18 menores, todos varones, que le enviaron archivos y a otros diez con los que contactó pero sin que pudiera obtener contenidos. También ha reconocido que hizo tocamientos a un niño de 12 años de Mollerussa en el marco de una actividad extraescolar.

El abogado de la defensa, Daniel Ibars, destacó tras el juicio que no se ha impuesto ninguna medida de seguridad y que la pena se cumplirá en función de la ejecución penitenciaria.

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