Abren hoteles para fin de año y las estaciones llenan su aforo limitado

Hoteles del Pirineo abren de forma progresiva y estrenan la temporada de invierno a medida que se acerca el fin de año, cuando se esperan ocupaciones de hasta el 90%. Sin embargo, numerosos alojamientos y restaurantes seguían aún cerrados ayer, y el sector se muestra cauto ante el repunte de reservas, propiciado en parte por el cierre de la Cerdanya y el Ripollès. El súbito confinamiento de estas dos comarcas es, precisamente, el mejor ejemplo de hasta qué punto es volátil la situación en plena pandemia. Por eso, hosteleros y restauradores están a la espera de que el Procicat revise mañana las restricciones

En La Vall de Boí, alojamientos del Pla de l’Ermita y numerosos locales de restauración estaban ayer cerrados. Sin embargo, el ayuntamiento afirmó que en fin de año esperan altas ocupaciones de hasta el 90%. El presidente de la Federación de Hosteleria de Lleida, Josep Castellarnau, corroboró que establecimientos hasta ahora cerrados han empezado a abrir, aunque puntualizó que se debe más a que “no pueden pasar más tiempo sin ingresos”, que a la perspectiva de buenos resultados. Recalcó que la ocupación en fin de año está condicionada a las restricciones que decida mañana la Generalitat.

La Federación puntualizó que se debe en buena medida a “no poder pasar más tiempo sin ingresos”

Por su parte, las estaciones de esquí llenan rozan estos días el aforo limitado que cada una tiene establecido para evitar aglomeraciones. Así ha sucedido en el caso de Baqueira, según fuentes de la estación, así como en las estaciones de FGC en el Pallars, Port Ainé y Espot Esquí. La web de FGC advierte de que forfaits para estos dos dominios esquiables se han agotado al menos hasta el 4 de enero.

En el caso de Boí Taüll, el fuerte viento ha obligado a cerrarla y FGC ha devuelto el importe de los mil forfaits vendidos. Sin embargo, incluso en esta estación pudieron verse aficionados al esquí de montaña que subían pistas a pie al estar los remontes parados. También en el caso del esquí el confinamiento de la Cerdanya y el Ripollès ha atraído a nuevos esquiadores a las estaciones del Pirineo leridano. También ha influido el hecho de que Andorra no estrenará la temporada hasta el 2 de enero. Se espera que el fuerte viento que cerró pistas siga hoy, junto con nevadas que pueden caer por debajo de los 500 metros de altitud, según un aviso del Servei Meteorològic de Catalunya.