El contrabando, un delito a la baja

El contrabando de tabaco ha sido desde hace décadas una de las mayores, sino la principal, actividades ilícitas entre Andorra y España. Desde los contrabandistas que pasaban el tabaco en fardos por los bosques y caminos a las personas o redes que se han dedicado a pasarlo oculto en los vehículos cruzando la aduana de La Farga de Moles. Sin embargo, se trata de una actividad delictiva a la baja, lo que se ha acentuado en el último lustro ya que han bajado tanto el número de casos, de detenidos así como de las cajetillas intervenidas, según los datos de la Guardia Civil de Lleida. El descenso se debe a varios motivos. Uno de ellos es que los beneficios para los infractores son menores debido a la subida del precio del tabaco en Andorra. Pero hay otros, como los cambios legales en el Príncipat (los beneficios procedentes del contrabando de tabaco se incluyen como delito de blanqueo de capitales y se consideran un delito mayor las aprehensiones superiores a 18.000 euros). Asimismo, se ha detectado la tendencia en los últimos años a elaborar el tabaco en España (ver desglose).

El descenso de las infracciones no ha sido tan acentuado como el de los delitos

De esta forma, se ha pasado de los 55 detenidos y 13 operaciones de 2015 a los solo dos arrestos y una operación en 2019. Cabe recordar que se considera delito si la cantidad incautada supera los 15.000 euros de valor. Esto se ha traducido en un descenso de las cajetillas decomisadas. En 2015 fueron 236.610; en 2016, 203.653; en 2017, 124.290; en 2018, 64.801; y en 2019, 55.401. Es decir, en un lustro se ha reducido a una quinta parte. En cuanto a las infracciones administrativas (decomisos inferiores a los 15.000 euros), se ha producido un descenso del 48% en los últimos cinco años, pasando de 319 a 165 infracciones, si bien, durante los últimos cuatro años se ha mantenido el número de las mismas entre 150 y 200 al año. En cuanto al perfil del contrabandista, se trata principalmente de hombres de entre 40 y 50 años, de nacionalidades española y sobretodo francesa. En este caso, por la diferencia de precios del tabaco en el país galo.

Auge de las fábricas clandestinas de cigarrillos, una de ellas en Les Borges

La Guardia Civil ha detectado en los últimos años un auge de fábricas clandestinas de tabaco. Concretamente, desde que en el año 2013 se descubriera la primera fábrica clandestina de cigarrillos en territorio español, se han desmantelado un total de 23 fábricas clandestinas en las que se produce tabaco de forma ilegal y falsificando marcas. “Los costes de producción del tabaco con este sistema hacen que se trate de un fenómeno en auge”, explican desde la comandancia de Lleida. Precisamente, el pasado 22 de julio, como informó SEGRE, la Guardia Civil y la Agencia Tributaria han desmantelado una fábrica clandestina de tabaco instalada en una antigua granja de Les Borges Blanques donde “trabajaban” 14 personas y que tenía capacidad para producir 9.000 cigarrillos por hora que eran distribuidos de forma ilegal a diversos países de Europa. Los agentes intervinieron 49.680 cajetillas preparadas para su envío, 180 kilos de hoja de tabaco picada, filtros, cartonaje, pegamento y demás material necesario para la producción. Durante el desarrollo de la operación también se efectuaron entradas en un domicilio de Mataró, ciudad donde fue arrestado el jefe del grupo criminal.

Desde la Guardia Civil explican que son fábricas donde utilizan maquinaria usada, con materia prima para la elaboración del tabaco procedente de otros países y mano de obra clandestina, lo que abarata los precios del tabaco de forma muy considerable.