El temporal Gloria, que llegó a Lleida hace hoy justo un año y provocó que los ríos se volvieran a desbordar, agravó los efectos de las inundaciones de octubre de 2019

Cuando aún quedan restos de nieve del temporal Filomena, Lleida recuerda el primer aniversario de la tormenta Gloria. Justo tres meses después de las graves inundaciones de octubre de 2019, un nuevo temporal azotó las comarcas de Ponent entre el 21 y el 24 de enero de 2020 y agravó los destrozos de la Dana. Algunos ríos se volvieron a desbordar y el Sió, Ondara, Set, Gorg o el torrente de la Femosa anegaron de nuevo campos y caminos. Hubo decenas de desprendimientos, como el de la carretera de acceso a Sant Esteve de la Sarga, y la Diputación ya redacta el proyecto de la variante para evitar este tramo. Los únicos apuntes positivos fueron la solidaridad de los vecinos para limpiar las calles y las nevadas que beneficiaron a las pistas de esquí.

El presidente del consell de Les Garrigues, Jaume Setó, y la alcaldesa de L’Albi, Anna Feliu, explican que “llovió sobre mojado”. El primer edil de Les Borges, Enric Mir, asegura que “cuando aún no se había arreglado todo, llegó el Gloria”. En municipios como Cervià aún quedan obras por hacer. La alcaldesa, Mercè Rubió, destacó que el temporal destrozó el puente de la pista hacia La Pobla y pueden circular por este punto porque “los propietarios de las fincas han dejado hacer un camino”. La Mancomunitat d’Aigües de Les Garrigues ya ha terminado todas las reparaciones.

El viento arrancó el tejado de un bloque en Cervera y en Cervià el agua se llevó por delante un puente

En Cervera, el viento arrancó el tejado de un bloque de viviendas y en la Segarra, la práctica totalidad de los caminos quedaron intransitables. Según el alcalde de Cervera, Joan Santacana, el presupuesto para reparar estas vías se multiplicó por tres. El presidente del consell, Francesc Lluch, dijo que “las ayudas del Estado no llegaron porque el importe de los desperfectos no era suficiente para considerarlo un desastre”. En Agramunt se encendieron todas las alarmas porque la situación recordó a la crecida del Sió de 2015, cuando murieron 4 ancianas tras inundarse parte de una residencia. En 2020, el desbordamiento no fue tan grave y la alcaldesa, Sílvia Fernàndez, cifró los daños en unos 74.000 euros.

En el Alt Urgell, un alud cerró 12 horas la N-260 en El Pont de Bar y las obras para consolidar el talud duraron más de un mes. En Les Valls de Valira, un desprendimiento cortó el acceso a Ars, Asnurri, Civís y Sant Joan Fumat. La presidenta del Alt Urgell, Josefina Lladós, lamentó que el interior de los bosques “aún tiene cientos de árboles caídos”. Mientras, Ferrocarrils invirtió 2,5 millones en la protección de más de 20 taludes en la línea de La Pobla. Durante el temporal, un convoy chocó contra una roca en Àger y la Covid retrasó su puesta en marcha tras la reparación y durante 8 meses hubo servicio por carretera de Balaguer al Jussà.

Dos heridos en Lleida y graves daños en el Delta de l’Ebre

El temporal Gloria dejó un balance de dos heridos en Alpicat y Balaguer, que recibieron el alta al dia siguiente. En el conjunto de España, hubo una quincena de fallecidos. Mientras, en Catalunya, la peor parte se la llevó el litoral, sobre todo el Delta de l’Ebre, donde se rompió la Barra del Trabucador, y administraciones locales y sectores productivos siguen reclamando soluciones estructurales para mantener el Delta, de nuevo con problemas tras el temporal Filomena. La Generalitat firmó un convenio con el Estado en diciembre mediante el cual el ejecutivo de Pedro Sánchez otorga 37 millones para ayudas destinadas a paliar los efectos del Gloria y de las inundaciones de octubre de 2019. Llos municipios afectados han criticado en numerosas ocasiones que las ayudas del Estado aún no habían llegado. La Diputación y la Generalitat también destinaron ayudas a este fin.