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ENERGÍA RENOVABLES

Dos hidroléctricas de Lleida pasarán a manos del Estado en 3 años al expirar su concesión

Las de Mal Pas y Castillonroy entre 2022 y 2023, mientras la CHE extingue derechos de otra en desuso || Tras la reversión de saltos del Canal de Aragón y Catalunya al quebrar la empresa que los explotaba

Imagen de la central de Mal Pas, en el término municipal de Llavorsí.

Imagen de la central de Mal Pas, en el término municipal de Llavorsí.CONTRAIX/VIQUIPÈDIA

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Dos centrales hidroeléctricas de Lleida deberán pasar a manos del Estado en los próximos tres años al expirar sus concesiones. Una es de la de Castillonroy, entre este municipio oscense e Ivars de Noguera. Los derechos de explotación de la empresa Hidrodata SL sobre ella deberán concluir el 29 de julio de 2022. La otra es la de Mal Pas, en Llavorsí, cuya concesión finaliza el 10 junio de 2023. Sin embargo, en esta última el plazo podría prolongarse varios años más, hasta junio de 2038. Así consta en los documentos preliminares de la nueva planificación hidrológica del Ebro. Estas son las dos únicas centrales leridanas y de Catalunya cuya nacionalización se plantea en los próximos siete años, junto con otras 15 en el resto de la cuenca.

El Esquema de temas importantes para la planificación hidrológica del Ebro calcula la duración de las concesiones en un máximo de 75 años desde la entrada en vigor de la ley de aguas de 1986. Este es el límite de tiempo que fijó esta normativa, y puso coto a lo que, hasta entonces, podían llegar a ser derechos a perpetuidad. Es el caso de las centrales más antiguas, algunas ya centenarias, cuyos títulos concesionales se prolongan hasta 2061. Sin embargo, esta interpretación de la ley es objeto de discusión desde hace algunos años en el ámbito político (ver claves).

La reversión de estas centrales al Estado deberá hacerse efectiva después de que, hace dos años, se extinguieran los derechos de once minicentrales del Canal de Aragón y Catalunya por la quiebra de la empresa que las explotaba. Diez de ellas están en Lleida. Se trata de instalaciones de poca potencia que aprovechaban desniveles del canal para generar electricidad. La comunidad de regantes espera que la Confederación Hisrográfica del Ebro (CHE) pague las tarifas correspondientes por la explotar estas instalaciones una vez revertidas al Estado.

Asimismo, la Confederación ha dado los primeros pasos para extinguir la concesión de la central de Sesplans. Está en el término municipal de Vielha, en manos de Enel Green Power y que lleva dos décadas en desuso. La compañía se limitó a indicar que está respondiendo a requerimientos de documentación por parte de la administración. Ante la extinción de concesiones en los próximos años, los ayuntamientos de municipios que acogen centrales hidroeléctricas reclaman no perder los ingresos que reciben actualmente de las empresas que las explotan.

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