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El cierre municipal vacía pistas de esquí y el Pirineo teme la clausura anticipada

Los esquiadores suponen ahora menos del 5% del aforo en la mayoría de estaciones

Unos pocos esquiadores en la estación de Espot Esquí.

Unos pocos esquiadores en la estación de Espot Esquí.MAGDALENA ALTISENT

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El confinamiento municipal ha vaciado las estaciones de esquí del Pirineo leridano. En la mayoría de ellas, los esquiadores que reciben desde el final de la campaña de Navidad suponen menos del 5% del aforo. El territorio teme ya un final anticipado de la temporada de turismo de nieve si se prolongan las actuales restricciones a la movilidad.

Las estaciones de esquí del Pirineo de Lleida están prácticamente vacías, tanto en días laborables como en fin de semana. Lo están desde que la Generalitat restableció el confinamiento municipal, al concluir las vacaciones de Navidad. Desde entonces, el Govern ha prorrogado dos veces esta restricción a la movilidad, y por ahora prevé mantenerla al menos hasta el 7 de febrero. Los esquiadores que llegan ahora a las pistas leridanas suponen menos del 5% del aforo en la mayoría de las estaciones, y el territorio teme ya un final anticipado de la temporada de turismo de nieve si esta situación se prolonga.

Boí Taüll, Port Ainé y Espot Esquí, propiedad de FGC, llenaban la mitad de su aforo hasta el día de Reyes. Fuentes de la empresa pública recordaron que lo limitaban para evitar aglomeraciones. En ese periodo, el confinamiento era comarcal y se permitía viajar a otras comarcas para pernoctar en alojamientos turísticos y segundas residencias. A partir del 7 de enero, cuando se restableció el cierre municipal, la afluencia de esquiadores cayó por debajo del 4% de la capacidad de estas estaciones. Esto supone una media inferior a 60 esquiadores al día en Port Ainé; por debajo de 80 en Espot; y menor de 160 en Boí Taüll, según datos de FGC.

Las estaciones privadas, a la espera de las restricciones a partir del 7 de febrero para decidir qué hacer

Baqueira Beret solo tiene abierto el sector de Baqueira, y responsables de la estación indicaron que apenas hay esquiadores. Manifestaron que esperarán a conocer las restricciones de la movilidad a partir del 7 de febrero. “La previsión es mantener la estación abierta por el bien del territorio, pero valoraremos qué hacer si mantengan las actuales limitaciones”, explicaron. En el Solsonès, el portavoz de Port del Comte, Albert Estella, apuntó que las condiciones de nieve permitirían que la estación acogiera hasta 4.500 personas, pero en lugar de eso “no llegamos ni a 50 al día”. “La situación es crítica aunque, por ahora, preferimos seguir abiertos: cerrar y volver a abrir sería muy caro”. Esta estación está también a la espera de conocer las restricciones a la movilidad a partir del 7 de febrero para tomar decisiones, ya que no hay clientes si el cierre es municipal.

El presidente del consell del Pallars Sobirà, Carles Isus, apuntó que “pase lo que pase con el confinamiento, estaremos lejos de que las estaciones funcionen con normalidad”. Cree que los complejos de esquí están “apurando al máximo” para evitar el cierre, aunque “a medida que pasen los días, probablemente se replantee la situación”. “Es difícil creer que se pueda mantener hasta el fin de la temporada”, concluyó.

La presidenta del consell de la Alta Ribagorça, Maria José Erta, corroboró que la temporada de invierno “está siendo un desastre” y valoró que el confinamiento municipal ocasiona un daño irreparable. Se mostró partidaria de restablecer al menos la movilidad comarcal cuanto antes para salvar la campaña, vital para la economía de la comarca. “Apenas se ve gente y menos esquiadores”, dijo, y recalcó que es inútil seguir así. También criticó el parón del Esport blanc, al considerar que coarta opciones para el futuro profesional de los alumnos.

Propuestas para tratar de salvar lo que queda de la temporada La petición del Conselh d’Aran y los consells y ayuntamientos del Pirineo de poner fin al confinamiento municipal y volver al comarcal fue rechada en un momento de tendencia al alza en los contagios de Covid-19. Por su parte, el conseller de Empresa, Ramon Tremosa, abrió esta semana la puerta a la posibilidad instaurar en febrero “días blancos” para del esquí, con restricciones de aforo y control de los desplazamientos. Todo ello, condicionado a la evolución de la pandemia. Desde el Pirineo se han planteado también otras alternativas, como autorizar a desplazarse hasta las pistas de esquí a quienes adquieran un forfait a través de internet.

Unos pocos esquiadores ayer en la estación de Espot Esquí.

Unos pocos esquiadores ayer en la estación de Espot Esquí.MAGDALENA ALTISENT

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