El Incasòl alquilará sus fincas en suelo rústico a empresas para que instalen plantas solares

El Institut Català del Sòl (Incasòl) pondrá en alquiler suelo de su propiedad para que promotores de energías renovables instalen centrales solares. Así lo explicó el organismo de la Generalitat, que prevé dar este uso a fincas no urbanizables cerca de polígonos industriales. De este modo, espera “asociar la generación de energía fotovoltaica con el consumo de las actividades económicas” que se desarrollan en su entorno. Añadió que están analizando ya posibles emplazamientos en Lleida y el resto de Catalunya, que “aún no se han concretado”. El Incasòl es propietario en Lleida de grandes extensiones de terrenos en municipios como Alguaire y Almacelles.

Una vez decida cuáles son los terrenos que alquilará para paneles solares, el Incasòl lo comunicará a los alcaldes de los municipios afectados y convocará concursos públicos para adjudicar las parcelas. Por ahora solo hay uno previsto para alquilar 179 hectáreas en el Pla de Santa Maria (Tarragona). Esta primera licitación prevé un contrato por 35 años, prorrogables de mutuo acuerdo por periodos de 5 años. Las cláusulas darán prioridad a los proyectos que menos alteren las fincas originales y conserven elementos como caminos y construcciones de piedra seca. También a los que hagan compatible generar energía con la actividad agraria, algo por ahora inédito en Lleida.

En Almacelles, el ente de la Generalitat tiene unas cien hectáreas entre suelo rústico y urbanizable sin desarrollar. El alcalde, Josep Ibarz, explicó que, hace un año, el conseller de Territorio, Damià Calvet, apuntó en una visita al municipio la posibilidad de destinar parte de esta superficie a paneles solares. En Alguaire, donde el Incasòl tiene más de un centenar de hectáreas en la finca del Tabac, no se ha puesto en contacto por ahora con el consistorio. En ambos municipios, el organismo público adquirió hace más de una década grandes extensiones de terrenos para desarrollar polígonos logísticos vinculados al aeropuerto de Alguaire. Estos proyectos nunca llegaron a ver la luz y gran parte del suelo se alquiló a agricultores para darles su uso original como fincas de cultivo.

El Incasòl plantea este nuevo uso para su suelo en pleno boom de las renovables, cuando los proyectos para plantas fotovoltaicas en Lleida suman ya más de 2.700 hectáreas y siguen en constante crecimiento. En ocasiones entran en conflicto con la actividad agrícola y con nuevos regadíos (ver desglose).

Grandes proyectos en conflicto con nuevos regadíos y actividad agrícola La proliferación de proyectos para centrales solares ha despertado oposición en el Pallars Jussà, mientras que las propuestas de nuevos parques eólicos han chocado con movilizaciones en la Segarra y en Les Garrigues. Son movimientos ecologistas y vecinales que temen que estas instalaciones supongan un grave impacto paisajístico e impidan otras actividades. En esta línea, las comunidades de regantes del Segarra-Garrigues, el Segrià Sud y el Garrigues Sud reclaman vetar parques solares en sus áreas de riego, al considerar que entran en conflicto con el desarrollo de nuevos regadíos (ver SEGRE de ayer). También organizaciones agrarias han advertido de que los altos precios que los promotores de renovables pagan por alquilar suelo desbancan a los arrendadores de tierras para cultivos. Por su parte, la Diputación propone un acuerdo de instituciones para regular la implantación de molinos y paneles solares.