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MOVILIZACIÓN

“Anulé mi boda por la Covid y ahora debo presidir una mesa electoral”

Elegidos en el sorteo para la jornada electoral se movilizan por temor a contagios || Ya son más de cuatro mil en toda Catalunya y piden amparo al Síndic de Greuges

Maria Serrahima, elegida para presidir una mesa en Salardú.

Maria Serrahima, elegida para presidir una mesa en Salardú.SEGRE

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“Esto es una locura, es una falta de respeto que nos hagan ir a una mesa electoral mientras se permite a los positivos en Covid ir a votar”. Maria Serrahima es vecina de la Val d’Aran desde hace seis años y le ha tocado en sorteo la presidencia de una mesa electoral en el pueblo de Salardú (Naut Aran). La suya es una de las miles de voces críticas que han surgido entre los elegidos para formar parte de las mesas el día de la votación el 14-F. Temen poner en peligro su salud en una jornada en que se permitirá a personas contagiadas abandonar el confinamiento domiciliario y acudir a los colegios electorales para votar en persona.

Son muchos los que, como ella, han sido elegidos para las mesas y rechazan esta situación al considerarla injusta. Con la aplicación de mensajería móvil Telegram como herramienta de comunicación, han empezado a contactar entre sí y a movilizarse en toda Catalunya. Su número ha ido en aumento día tras día y ayer ascendía a 4.474 personas. Han elaborado un manifiesto en el que argumentan los motivos de su oposición y, el pasado viernes, presentaron más de un millar de firmas ante el Síndic de Greuges para pedirle que ampare su derecho a la salud.

“No hemos celebrado la Navidad en familia, anulé mi boda el año pasado por la Covid, evitamos cualquier tipo de reuniones, ¿y ahora tengo que presidir una mesa electoral a la que vendrán personas contagiadas a votar?” Serrahima se muestra perpleja e indignada ante esta situación. “Es una injusticia y una auténtica vergüenza”, concluye. Sin embargo, reconoce que, al margen de sumarse al escrito de oposición, es consciente de que poca cosa mas puede hacer. “No lo podré evitar”, afirma. La ley orgánica del régimen electoral (Loreg) prevé multas de hasta 1.800 euros e incluso penas de cárcel de entre tres meses y un año a las personas que sean designadas para formar parte de las mesas electorales y no comparezcan sin un motivo justificado. El miedo a contagiarse de la Covid-19 no está entre ellos.

La Generalitat, por su parte, ha tratado de disipar los temores asegurando que los miembros de las mesas se someterán a test de antígenos, dispondrán de EPIs y recibirán formación y apoyo profesional sobre como usarlas. Pese a ello, la movilización entre los miembros de mesas sigue adelante.

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