El obispado cede a Peramola la rectoría para habilitar 2 pisos sociales

El ayuntamiento de Peramola ha puesto en marcha un plan para frenar la despoblación rural centrado en tres ejes, el acceso a la vivienda, al trabajo y a la escuela. Para abordar el primero, consistorio y obispado de Urgell han llegado a un acuerdo que prevé la cesión de la antigua rectoría del pueblo, que dispone de dos viviendas, para que puedan ser alquiladas “a un precio social” a familias recién llegadas o jóvenes que se quieran instalar en el municipio.

La alcaldesa, Gemma Orrit, explicó ayer que la localidad no dispone de una oferta de vivienda en alquiler y que espera que estos dos pisos sirvan de reclamo para familias interesadas en trasladar su lugar de residencia. El más grande, de 4 habitaciones, está listo para entrar a vivir y el segundo, de tres habitaciones, se rehabilitará. El consistorio preparará las bases para poder optar a ellos y calcula que tendrá una renta de 250 euros y priorizarán a familias con hijos o jóvenes.

Señaló que de manera paralela negocian con propietarios de inmuebles cerrados para que los rehabiliten y alquilen como primeras residencias. Calculan que Peramola tiene hasta 38 viviendas vacías. Tres de ellas se han acogido a la prueba piloto de ayudas de la Generalitat para municipios de menos de 500 habitantes y sus propietarios recibirán la subvención del 60% del coste de la reforma.

Peramola trabaja también para potenciar la escuela del municipio y recientemente ha llevado a cabo obras de mejora. Subvenciona los libros de todos los alumnos inscritos, actualmente 15, así como el servicio de monitores y el local destinado al servicio de comedor (los alumnos traen en fiambreras la comida desde sus casas). Durante las próximas semanas lanzarán también una nueva línea de ayudas para los trabajadores autónomos.