DROGAS REPORTAJE
Marihuana a destajo en Ponent
Redes internacionales, la mayoría de países del Este, se establecen en las comarcas de Lleida para cultivar la droga en almacenes con sofisticadas instalaciones y distribuirla por Europa || Pinchan la luz y sobrecargan la red, lo que provoca que haya cortes que afectan al resto de abonados
Los Mossos d’Esquadra llevaron el año pasado solo en las comarcas del Segrià, Les Garrigues y El Pla d’Urgell 37 intervenciones relacionadas con plantaciones de marihuana. En enero iniciaron cinco investigaciones y esta semana han desarticulado un grupo formado por cinco personas. “Lleida es un lugar ideal para que redes criminales puedan dedicarse al cultivo y al tráfico de marihuana. Tenemos un entorno rural con decenas de casas, naves, almacenes y granjas para ocultar plantaciones que permite a los traficantes pasar desapercibidos y hay buenas comunicaciones con el norte de Europa, que es el destino de la droga”, explica Jordi Fadurdo, jefe de investigación de los Mossos en el área policial básica del Segrià-Pla d’Urgell-Garrigues.
Obtienen grandes beneficios. Si aquí el kilo se paga a unos 1.200-1.300 euros y allí puede llegar a venderse a 5.000, cuatro veces más. Otro de los motivos porque estas organizaciones criminales, la mayoría procedentes de Europa del Este, es porque aquí la penalidad es más baja en comparación con otros países. Fadurdo explicó que son grupos estructurados y donde hay todo tipo de especialistas, desde electricistas que montan la instalación a personas dedicadas en exclusiva al cultivo. Otros se dedican al transporte y a ‘colocar’ la mercancía.
Los Mossos trabajan intensamente para detectar a estos grupos. Para ello es básica la colaboración de los ciudadanos, que pueden detectar conductas sospechosas, y de Endesa, ya que la mayoría de estos ‘laboratorios’ tienen la luz pinchada debido a la elevada cantidad de energía que precisan. Además, las sobrecargas originadas por las conexiones irregulares provocan interrupciones de suministro. Tienen consumos desorbitados. Es el caso de una plantación que se desmanteló en Arbeca y donde Endesa actuó de manera coordinada con la Policía Nacional. Hallaron conexiones ilegales directas a la red de casi 80kW, en un consumo que se mantenía a esta intensidad unas 18 horas al día. Es decir, si el consumo medio diario de una vivienda en Catalunya es de 3.487 kWh, con un consumo aproximado de 10kWh día, la plantación de Arbeca gastaba en un solo día el equivalente a 144 hogares o lo que consume una vivienda en cinco meses. Endesa explica que las conexiones ilegales generan situaciones de riesgo para personas, edificios e instalaciones. También perjudican a los abonados porque, al sobrecargarse la red, está se desconecta para protegerse. En definitiva, la marihuana se ha convertido en un enemigo común para los Mossos y Endesa.
¿Ha cambiado mucho el cultivo de la marihuana en Lleida en los últimos años?
Sí. Ha pasado de ser algo que se hacía en el exterior y a pequeña escala a tener redes criminales especializadas que tienen personas que preparan las instalaciones, expertos en cultivos y otras dedicadas su transporte y venta.
¿Por qué se asientan en Lleida?
Porque es un entorno rural con muchos almacenes dispersos, lo que les permite pasar desapercibidos. También tenemos buenas comunicaciones.
Montan auténticos laboratorios.
Sí. Son instalaciones muy complejas que permiten hacer hasta cinco cosechas al año.
Una manera de detectarlos es por el gran consumo de electricidad.
Es evidente porque necesitan mucha electricidad para funcionar, por lo que en la mayoría tiene la luz pinchada. La colaboración con Endesa es básica, para detectar consumos anómalos.