Biosca consolida la torre del castillo de Lloberola para evitar desprendimientos

El ayuntamiento de Biosca ha iniciado obras para consolidar la estructura de la torre medieval del castillo de Lloberola. Los trabajos consisten en juntar las piedras del exterior de la fortificación, que presenta una gran grieta, para evitar desprendimientos. Esta actuación concluirá el próximo mes de marzo. Se financia con una ayuda de la Diputación de 20.658 euros y otra del departamento de Cultura de 16.228.

Se trata de la tercera fase de las rehabilitación de este monumento, que se inició en 2017. Ese año hubo una primera intervención de emergencia por las grietas en la parte interior de la fortificación, con un coste de 42.000 euros. En 2018 se llevó a cabo la segunda fase de los trabajos, con el refuerzo de la estructura interior de la torre y su coronación, con un importe de 50.000 euros. La torre medieval de Lloberola está documentada en 1007.

La población tiene un conjunto medieval con sarcófagos del siglo XIV, que hace dos años fueron retirados del exterior para evitar el deterioro de las piedras. El año pasado se mejoró la plaza desde la cual se accede al castillo y a la iglesia. El núcleo agregado de Lloberola está habitado únicamente por dos familias, si bien su término incluye una veintena de masías diseminadas que también tienen habitantes. De hecho, el consistorio de Biosca pavimentó hace dos décadas el camino que cruza todo el núcleo agregado y que comunica con el municipio de Pinell, en la comarca vecina del Solsonés.

En otro orden, el ayuntamiento de Biosca finalizó hace dos semanas los trabajos que inició el pasado mes de diciembre para recuperar el antiguo camino de Guissona. Se trata de una vía que atraviesa el Espacio de Interés Natural del Llobregós. Este camino tiene una longitud de seis kilómetros hasta su salida junto al puente del Llobregós cerca de la masía Mas Pinyol en Sanaüja.