El Alt Urgell, todavía sin fecha para incinerar su basura en Andorra tras 3 años de retraso
A la espera de una planta para tratar los desechos, mientras que la Cerdanya lleva los suyos al Principat desde 2017
El Alt Urgell todavía no tiene fecha una fecha para empezar a exportar su basura a la incineradora de Andorra, después de acumular tres años de retraso respecto a las previsiones iniciales, que apuntaban a iniciar la exportación de residuos en 2018. La Cerdanya, en cambio, lleva haciéndolo desde 2017, cuando la Generalitat y el Gobierno andorrano firmaron el convenio para llevar hasta 10.000 toneladas al año de desechos urbanos no reciclables (denominados “fracción resto”) como combustible para generar electricidad en el horno incinerador de La Comella.
La Mancomunitat d’Escombraries del l’Urgellet, que gestiona la recogida de basura de los municipios del norte de la comarca y el vertedero de Benavarri, está desde entonces a la espera de subvenciones de la Agència de Residus de Catalunya (ARC) para construir una planta para la selección y tratamiento de la basura antes de llevarla a Andorra, tal como recoge el convenio de 2017. Hasta la fecha, la ARC solo ha puesto en marcha trámites para otorgar a la mancomunidad una ayuda con la que elaborar estudios previos a la construcción de las nuevas instalaciones.
Fuentes de la ARC indicaron que este primer estudio deberá “definir las características del futuro centro” de tratamiento, y apuntó que es “un paso necesario” para la redaccióndel proyecto. Por su parte, el presidente de la mancomunidad, Ricard Mateu, añadió que también será necesario adquirir los terrenos que ocupará la futura planta y declinó apuntar posibles plazos para iniciar la exportación de residuos a Andorra, en virtud de un acuerdo que incluía entre sus objetivos el cierre progresivo de los vertederos del Alt Urgell y de la Cerdanya (ver desglose). Cuatro años después de la firma del convenio, en lugar de plantear la clausura del vertedero de Benavarri, está prevista la construcción de un nuevo vaso, al estar llenos los tres construidos hasta ahora.
La mancomunidad puntualizó que, con exportación de basura o sin ella, hubiera sido necesaria esta ampliación para recibir residuos que no son reciclables ni incinerables, como el polvo barrido de las calles. Lo que sí cambia es la vida útil que estas obras darán al vertedero: al ritmo actual, de más de cinco mil toneladas de basura al año, serían diez años. El plazo sería muy superior si gran parte de lo que ahora acaba depositado en Benavarre acaba incinerado en el horno de La Comella.
Plantearon cerrar el vertedero paradar más seguridad al tráfico aéreo
La Generalitat apuntaba en 2017 que incinerar basura en Andorra permitiría acelerar en lo posible el cierre del vertedero del Alt Urgell gracias al acuerdo con Andorra, con el fin de mejorar la seguridad del tráfico aéreo en el aeropuerto de La Seu. La ARC señaló entonces que cerrar el depósito de residuos reduciría el vuelo de buitres y otras aves en su entorno, lo que evitaría el riesgo de colisión con aviones.
Cuatro años después, la Mancomunitat d’Escombraries de l’Urgellet prevé que la futura planta de tratamiento para residuos no reciclables incluya la posibilidad de embalar en plástico los residuos, algo que se hace ya en otras instalaciones de desechos de Catalunya y que evitaría también la presencia de buitres en el entorno del vertedero. Sin embargo, fuentes de este organismo puntualizaron que “hasta que no se redacte el proyecto no sabremos si la planta finalmente acaba contemplando esta opción”.