El Govern veta quemar ramas rotas por Filomena y afectados se quejan

La Generalitat veta que los agricultores afectados por el temporal Filomena quemen en sus fincas las ramas de olivos caídas y cortadas a raíz de la borrasca del pasado 9 de enero en el Segrià y Les Garrigues. Se trata de una prohibición temporal a consecuencia de un episodio de contaminación atmosférica en el llano de Lleida, según corroboró Agricultura. La conselleria indicó que no dará permisos para quemas hasta que disminuya la concetración de partículas en el aire. Esta situación ha indignado a los payeses que esperan para retirar las ramas apiladas en sus parcelas.

El alcalde de Bovera, Óscar Acero, explicó que la quema de las ramas caídas es vital, ya que este material favorece la proliferación de parásitos que pueden pasar a los olivos sanos y matarlos. Se trata de un trabajo que debe hacerse in situ y a mano, porque las ramas están en bancales escalonados en los que no puede entrar maquinaria.

El alcalde de Granyena y responsable del sector de JARC, Francesc Esquerda, apuntó que, tras semanas de saneamiento de los árboles y valoraciones de daños, ahora podrían llevara cabo las quemas pero “nos lo impiden”. Añadió que el motivo de la concentración de partículas en el aire es la entrada de la masa de aire procedente de África.

Pere Roqué, de ASAJA, reclamó permisos especiales para limpiar los campos.. Todos calificaron la medida de arbitraria, ya que en pueblos próximos de Tarragona si hacen quemas pese a que la situación atmosférica es idéntica a la de Lleida. Lo atribuyeron a que “allí no hay estaciones de medición” de la contaminación.