SEGRE
Un cliente en la tienda de alimentos de Els Torms, municipio que no ha tenido ni un caso de coronavirus en toda la pandemia.

Un cliente en la tienda de alimentos de Els Torms, municipio que no ha tenido ni un caso de coronavirus en toda la pandemia.X.R.

Creado:

Actualizado:

El confinamiento domiciliario, que duró casi 100 días desde la declaración del estado de alarma (15 de marzo), no fue difícil de cumplir en un municipio como Cava, con 45 vecinos empadronados de los que habitualmente viven 4 de dos familias. Trataban de salir a la calle (en las ciudades, cosa imposible) en distintos horarios para no coincidir.

Así bastaba. El virus llegó con más dificultad a la Lleida rural por una cuestión de densidad de población.

A finales de julio, cuando la pandemia llevaba cuatro meses instalada y Lleida ciudad y parte del Segrià estaban confinados por una alta incidencia de casos coincidiendo con la campaña de la fruta, 50 municipios de menos de 1.000 habitantes seguían inmunes. La semana pasada ya eran solo 9, que han logrado llegar al año de la pandemia sin una sola afectación.

El Pont de Suert registró el jueves un nuevo positivo y el total de casos activos se elevó a 5, con 9 para toda la Alta Ribagorça. El volumen reducido de población (3.825 habitantes en toda la comarca) hace en cambio que los índices se disparen y en este caso la Ribagorça tiene un riesgo de rebrote alto, por encima de 100 puntos. Este es uno de los motivos por los que la Generalitat, responsable de las medidas contra los contagios desde la “nueva normalidad” no contempla distintas medidas en la Catalunya urbana o en la rural. O bien en el Pirineo, como han reclamado los alcaldes y consells en reiteradas ocasiones.

La llegada de nuevas familias con niños lleva a los ayuntamientos a aumentar las aulas

La incidencia de la pandemia en los municipios de mayor tamaño ha sido desigual pero intensa a lo largo de estos meses en La Seu d’Urgell, Les Borges Blanques, Tàrrega o Mollerussa, que actualmente es una de las cabeceras de comarca más afectadas. Además, el 4 de julio el Segrià fue confinado por el elevado número de contagios. El 21 de ese mes el riesgo de rebrote era de 1.492 puntos y el cierre se prolongó para Lleida y otros 7 municipios hasta el día 30. Fue el segundo territorio catalán en someterse a esta medida tras la Conca d’Òdena en marzo.

Más allá de los contagios, la pandemia ha disparado el interés por un régimen de vida en contacto con la naturaleza, con menos prisas y alejado de las grandes urbes. Esto ha llevado a repoblar municipios de la Lleida rural, que un año después temen que se trate solo de una moda.

Mario Urrea, alcalde de Torrebesses y presidente de la asociación de Micropueblos de Catalunya, sostiene que en numerosos municipios la población ha subido entre un 6 y un 8%. “Depende mucho de si hay segundas residencias”, matiza, por lo que esta situación se ha dado mucho en Aran y la Cerdanya.

Son cifras “sin mucho impacto, a veces, dos familias más, que no requieren redimensionar los servicios”. Urrea destapa también la “picaresca” de quienes siguen viviendo en la ciudad pero se han empadronado en la segunda residencia para saltarse el confinamiento municipal.

En cuanto al impacto económico de la Covid, “en mi pueblo ha cerrado un restaurante y eso es un 33% de los establecimientos”..

El aumento de vecinos obliga a la Cerdanya a dimensionar servicios El empadronamiento en algunos municipios de la Cerdanya leridana se ha disparado durante el último año. En la mayoría se trata de vecinos que ya tenían una segunda residencia y que han optado por trasladar su domicilio habitual animados por el teletrabajo y la perspectiva de una mayor calidad de vida.

Lles ha incrementado el padrón en el último año con 36 nuevos vecinos, 11 de los cuales son niños y niñas, y se aproxima a los 300 habitantes. Este incremento se ha notado, y mucho, en la escuela del municipio, que ha pasado de 11 alumnos el curso anterior a 26.

El consultorio médico llevaba años instalado en una de las aulas del colegio pero la necesidad de espacio derivado del incremento de alumnos ha obligado al ayuntamiento a trasladar de manera temporal las visitas del médico del pueblo a dependencias municipales. De forma paralela proyecta la construcción de un nuevo consultorio.

Bellver, por su parte, ha crecido en 183 vecinos, llegando a los 2.188. Prullans tiene 30 nuevos vecinos, una cifra importante teniendo en cuenta que el padrón es de 242.

Martinet tiene empadronados a 670 vecinos, 57 nuevos en 2020, y Prats i Sansor ha ganado 25 vecinos y ya son 256..

Solidaridad a raudales y comida a domicilio para los mayores Ayuntamientos y vecinos se volcaron durante el primer confinamiento en atender a las personas mayores. Tejieron redes de solidaridad para llevarles alimentos y medicamentos a casa para que no tuvieran que salir a la calle y exponerse al virus. Muchos leridanos también se encargaron de llamar a los mayores para que no se sintieran solos durante el primer estado de alarma. También hubo grupos de vecinos cosieron centenares de mascarillas.

Un cliente en la tienda de alimentos de Els Torms, municipio que no ha tenido ni un caso de coronavirus en toda la pandemia.

Un cliente en la tienda de alimentos de Els Torms, municipio que no ha tenido ni un caso de coronavirus en toda la pandemia.X.R.

tracking