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Un verano con fiestas mayores
Las fiestas mayores volverán a la agenda festiva de los municipios catalanes. Así lo aseguró ayer la consellera de Cultura en funciones, Àngels Ponsa, el mismo día que el Procicat anunció que se levantan muchas de las restricciones que limitaban la cultura popular.
También se celebrará Sant Jordi y se pone en marcha un plan piloto para retomar la actividad castellera. El Plan de Reactivación de la Cultura Popular levanta la prohibición de celebrar galas, entregas de premios y festivales.
Museos, galerías de arte, salas de exposiciones, archivos y bibliotecas ya pueden acoger actos culturales con público, con un 50% de aforo. En cines, teatros, auditorios, circos, salas de concierto no hay cambios: se mantiene el límite de 50% de aforo y un máximo de 500 espectadores por actuación o sesión.Si son actividades culturales al aire libre, o en espacios cerrados que cumplan con las condiciones de ventilación y calidad del aire reforzadas, pueden abrir, respetando el límite del aforo al 50%, hasta un máximo de 1.000 personas por sesión o actuación, todas sentadas, y con asignación previa de asientos y registro previo.En los centros cívicos también se permite la reanudación de la actividad al aire libre de personas mayores de 60 años, en grupos de 6.
Por su parte, la consellera de Cultura en funciones se mostró convencida de que podrán celebrarse fiestas mayores “adaptadas”, en función del territorio y de la situación sanitaria. Ponsa también anunció que la festividad de Sant Jordi estará limitada “a los profesionales” —libreros y floristas—, pero confía en que se convierta en el “pistoletazo de salida” de la reactivación de la cultura.
En cuanto a la actividad castellera, la Generalitat impulsará una prueba piloto de seis semanas.
Los festivales de Lleida se mantienen a la expectativa
La alcaldesa de Tàrrega, Alba Pijuan, explicó que de cara a la próxima edición de FiraTàrrega ya están trabajando bajo las premisas del Procicat: “Áreas perimetradas, acceso con reserva previa, control de aforo, público sentado y manteniendo las distancias, y al aire libre”. A pesar de eso, reconoció que “hablar ahora de septiembre es muy incierto” .
Mientras, Josep M. Pons, organizador del festival No Surrender de Vilanova de Bellpuig, ya había descartado la edición de este año porque “no jugaremos con la salud de los asistentes, porque es una fiesta con muchos menores”.
Por su parte, Enric Blasi, de la compañía La Baldufa, organizadora del festival Esbaiola’t de Esterri d’Àneu, declaró que “no nos condiciona tanto a la hora de actuar, pero sí afectará más a la afluencia de espectadores, sobre todo en los municipios pequeños”.