Euforia de reservas turísticas tras el fin del cierre comarcal
Establecimientos turísticos registran un alud de llamadas especialmente para Semana Santa tras el anuncio del fin del confinamiento comarcal
El fin del confinamiento comarcal a partir de mañana ha supuesto una bocada de aire fresco para el turismo, que de estar prácticamente cerrado en plena temporada de esquí ha pasado a registrar una lluvia de reservas que ya está llenando algunos establecimientos de cara a la Semana Santa. Si el 80% de los hoteles ubicados en zonas turísticas estaban cerrados, a partir de mañana y sobre todo del fin de semana próximo muchos de ellos recuperarán la actividad. Como ejemplos, el hotel Pessets de Sort y el Ecoresort de Prullans, castigados ambos (como el resto) desde hace tres mese, primero con el confinamiento municipal (7 de enero) y luego el comarcal (8 de febrero). A ello se suma que mañana comenzarán la temporada de primavera actividades de turismo como el rafting, o bien abrirán también campings situados especialmente en el Pirineo.
El presidente de la Federación de Hostelería, Josep Castellarnau, admitió que las llamadas para reservar plaza “son constantes desde hace dos días”, cuando se certificó la flexibilización de la movilidad, que a partir de mañana será libre en Catalunya, aunque circunscrita a grupos de convivencia. “La gente tiene tantas ganas de salir que lo llenará todo”, señaló. Al turismo activo se sumarán las últimas tres semanas de la temporada de esquí, cuyas estaciones aún conservan buenos espesores de nieve y esperan además nuevas precipitaciones.
Los turistas llegarán al Pirineo, dijo Castellarnau, a partir de la semana que viene, “aunque el grueso de visitantes se espera para Semana Santa”. El sector del camping, a la vez, destacó que la afluencia de visitantes se espera no solo para los días centrales de la Semana Santa, sino que las reservas se han cerrado también para días anteriores. Pese a todo, grandes hoteles a pie de pistas probablemente ya no reabrirán. Juli Alegre, del Patronato de Turismo de la Diputación, confirmó el optimismo en el sector tras uno de los peores años. En 2020, el volumen de turistas cayó en un 47%. El turismo rural también registra una lluvia de reservas.
Tres semanas para remontar la peor temporada para el esquí
El fin del confinamiento comarcal abre un periodo esperanzador para las pistas de esquí, sobre todo en los tres fines de semana que quedan a partir de mañana para el cierre de la campaña el próximo 6 de abril, después de Semana Santa. Sin embargo, no compensarán las pérdidas millonarias, ni los miles de esquiadores que han dejado de ir a las pistas en casi cuatro meses desde que comenzó la campaña a mediados de diciembre. Empresas vinculadas al sector afirman que les llevará de dos a tres años recuperarse de las pérdidas de la peor temporada para la nieve debido a la pandemia. El director de Turismo y Montaña de FGC (Boí Taüll, Espot y Port Ainé), Toni Santmartí, confió en un buen fin de temporada. Las estaciones del Sobirà y la Ribagorça tienen abierto el 10% del dominio, que en las próximas tres semanas prevén ampliar. Pese a las restricciones, han podido mantener parte del esquí escolar y la afluencia de esquiadores federados.
Santamartí destacó el gran esfuerzo previo en elaborar los protocolos de seguridad para garantizar que las estaciones sean espacios seguros y se mostró esperanzado en que “la gente tendrá ganas de salir” y será “una buena Semana Santa”, lo que permitirá “acabar bien la temporada”. Fuentes de Ferrocarrils afirmaron que la media de esquiadores en Boí, Port Ainé y Port del Comte va del 5 al 35%. Por su parte, Baqueira (que situó la afluencia en un 20%) también tiene buenas expectativas tras la libre movilidad de las burbujas de convivencia y estudiará ampliar el área esquiable a medida que vayan llegando los clientes.
Actualmente, el complejo aranés tiene 40 kilómetros de pistas abiertos de los 162 de la estación. Tavascan, a su vez, ha estado a un 30% de ocupación y ahora aborda la nueva fase “con optimismo, ya que además esperamos nevadas que mejorarán la calidad de la nieve”, señalaron fuentes del complejo. Port del Comte, en el Solsonès, también confía en un repunte de aficionados que no servirá para cubrir pérdidas pero sí para cerrar la temporada con público.