INFRAESTRUCTURAS ACCIDENTE
Inician la estabilización del talud del tren de La Pobla para evitar nuevos desprendimientos
Alcaldes y el consell del Jussà, preocupados por la seguridad pero piden que el cierre de la infraestructura no se alargue || FGC ha invertido en cinco años más de 7 millones en asegurar paredes y laderas
Técnicos de FGC trabajaron ayer en la estabilización de la zona donde el viernes se produjo el desprendimiento de rocas en las vías de la línea de La Pobla de Segur, entre Santa Linya y Àger, y que provocó el descarrilamiento de un convoy y el cierre sine die de la infraestructura entre Balaguer y el Pallars, que ahora hace los trayectos en autobús. El objetivo es asegurar el talud, evitar nuevos desprendimientos y conseguir retirar el tren averiado que aún está en el lugar del accidente.
El consell y alcaldes del Jussà mostraron su preocupación tras la caída de rocas. Aseguraron que debe primar la seguridad en la infraestructura aunque solicitaron que el cierre de la línea no se alargue mucho tiempo porque “el tren es un servicio imprescindible para el Pallars”, apuntó el presidente del consell del Jussà, Josep Maria Mullol.
Añadió que el tercer convoy, que está listo para este mismo verano, pueda garantizar la continuidad del servicio ferroviario, ahora interrumpido cada vez que uno de los dos trenes que hay tiene alguna avería o por mantenimiento. También el alcalde de La Pobla, Marc Baró, confió en el tercer convoy para garantizar el servicio.
“Aunque se suple con bus el trayecto de Balaguer a la Pobla, los usuarios prefieren el tren por comodidad y este tipo de incidencias pueden provocar falta de confianza en la infraestructura”. Baró recordó que la inestabilidad es constante en esta zona entre la Noguera y el Pallars, “una cuestión difícil de gestionar”, dijo.
La alcaldesa de Tremp, Pilar Cases, también manifestó su preocupación por la infraestructura y el riesgo de aludes en la zona. Precisamente, el desprendimiento se ha producido un mes antes del inicio de la temporada del Tren dels Llacs, que puede verse condicionada tanto por la mejora de las vías como del convoy afectado.
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El alud se produce un mes antes del inicio de la temporada del Tren dels Llacs, prevista en abril
El desfiladero lleva 4 meses cerrado por un alud de rocas que hundió un tramo de camino
Los trabajos que se llevaron a cabo ayer, y que llegaron a la cota 20, requirieron de un helicóptero y de drones para poder evaluar los movimientos de la montaña. A la zona también se desplazaron técnicos del Institut Cartogràfic para hacer diferentes mediciones en el talud, en la zona donde había redes antialudes instaladas. Hoy está previsto que siga la estabilización hasta la cota 100 para poder retirar el convoy lo antes posible.
En los últimos cinco años FGC ha invertido más de 7 millones de euros en la estabilización de taludes y laderas, en el mantenimiento de puentes y terraplenes, drenajes y medidas de seguridad, señalización y protección del tren y de la infraestructura.
El Jussà pide también una solución para reabrir Mont-rebei Empresarios turísticos del Jussà también mostraron su preocupación por la paralización de las obras en Mont-rebei, que se mantiene cerrado cuatro meses después del último desprendimiento entre Àger y Sant Esteve de la Sarga. Al igual que los empresarios de Àger, apuntaron que seguir con el desfiladero cerrado es inasumible para muchas empresas que viven del turismo y del congosto.
“No sanear la ladera del congosto es jugar con la economía de mucha gente del territorio”, dijeron.Aseguraron que la inestabilidad del Montsec es constante y ello no puede ser una excusa para no actuar en la zona lo antes posible. “El riesgo cero no existe, y la gente que visita el desfiladero debe tenerlo claro”.
Exigieron a las administraciones que actúen con celeridad, de lo contrario, “a partir de la próxima semana, en que no habrá confinamiento comarcal, los turistas vendrán igual y se arriesgarán a pasar sin condiciones de seguridad”, explicaron. “Un estudio geológico solo detallará algo que ya sabemos.
Siempre se han producido aludes y desprendimientos de rocas. El problema es saber gestionar esta situación geológica”, dijeron.