Artífices de la reconciliación en Soses

Miquel Ribes y Francisco Morreres son dos ancianos de 96 y 95 años, respectivamente, vecinos de Soses que llevan, según afirman, más de 15 años intentando que se haga un monumento a la paz, en memoria de las víctimas de la Guerra Civil como símbolo de reconciliación. Ellos eran unos niños en el inicio de la contienda que comenzó en 1936, y sus familias estaban en bandos enfrentados: la de Miquel era republicana y la de Francisco nacional.

Sin embargo, no olvidan su miedo, su sufrimiento y el de los vecinos, ya que muchos perdieron a familiares en el frente. Guardan los recuerdos nítidos y los cuentan como si no hubiera pasado el tiempo.

Con ellos el historiador local, Miquel Camps, ha hecho un libro que verá la luz en breve: Soses Memòries del segle XX (1909-1979). .

Por votación popular, los vecinos de esta población del Baix Segre escogieron el pasado mes de febrero la ermita de Sant Miquel para ubicar el monumento. Además, según la alcaldesa, Sandra Marco, se instalará un mirador y paneles explicativos en el lugar. Sin embargo, esta localización no es del todo del gusto de Francisco, que cree que está demasiado apartada y que nadie la verá. “Estaría mejor en el centro del pueblo”, valora. Miquel le responde que “hay que respetar la voluntad ciudadana” tras la consulta vecinal.

Un total de 170 soldados de Soses combatieron en la Guerra, 140 en el Ejercito Republicano, 25 en el Nacional y 2 en la División Azul. Murieron 22 y 7 se exiliaron en Francia. La iniciativa de los ancianos pretende recordar sus nombres, su memoria y la historia “para que nunca se repita”, coinciden.