La CHE cree que el caudal para agua potable, riegos e industrias se reducirá hasta un 20%

El cambio climático reducirá entre un 15% y un 20% el caudal de los ríos, y con él los recursos hídricos disponibles para abastecer agua de boca a pueblos y ciudades, para usos industriales y para regadíos en toda la cuenca del Ebro, que incluye casi toda la provincia de Lleida. Esto repercutirá también en la calidad del agua y en el tránsito de sedimentos en los cauces. Así lo explicó la presidena de la Confederación Hidrográfica (CHE), María Dolores Pascual, basándose en estudios elaborados para el nuevo plan hidrológico del Ebro. Hizo estas declaraciones en una entrevista a Lleida TV coincidiendo con el 95 aniversario de este organismo estatal.

En Lleida hay más de 157.000 hectáreas de regadío, entre riegos históricos y nuevos sistemas por goteo y aspersión. Según Pascual, los procesos de modernización son vitales para ganar eficiencia y reducir el consumo de agua, por lo que, dijo, cuentan con todo el respaldo de la CHE. Todos los riegos históricos como el Canal d’Urgell, el Aragón y Catalunya y Pinyana, están inmersos en este proceso para ahorrar caudales y energía eléctrica. Para esto último, instalan conducciones de circulación por gravedad y paneles solares para los bombeos.

Pascual indicó que el cambio climático intensificará los períodos de sequía y los episodios de lluvias torrenciales como la Dana de octubre de 2019 y el Gloria de enero de 2020, que produjeron efectos devastadores en Lleida. Remarcó que la CHE ya ha acondicionado desagües y rieras en las comarcas de Lleida. Ya lo ha hecho en el L’Albi y otros pueblos de Les Garrigues que sufrieron las consecuencias de la gota fría, y proseguirá en el Segre y en el Set. Apuntó que estas actuaciones seguirán adelante y remarcó que es imprescindible devolver a los ríos su cauce natural.

Pascual indico que “nos enfrentamos al mayor reto de la humanidad” y subrayó que “hay que tomar medidas urgentes para garantizar caudales ecológicos y la calidad del agua”, algo que exige “métodos que frenen la contaminación, sobre todo de nitratos”, en espacial en zonas agroganaderas como en llano de Lleida.

Derribos en La Clua antes de recuperarlo para usos turísticos La presidenta de la CHE anunció que el organismo derribará y acondicionará el núcleo de La Clua, en el municipio de Bassella, para que el ayuntamiento pueda recuperar el pueblo para usos turísticos. La CHE y el consistorio llegaron a un acuerdo a finales de 2019 para “resucitar” este enclave anegado parcialmente por las aguas del pantano de Rialb, construido hace más de 20 años. De hecho, esta será una obra de compensación para mitigar el impacto del embalse en el Segre.