COMARCAS
Una nueva vida para los castillos
Media docena de castillos en manos de particulares están a la venta en Lleida, mientras que ayuntamientos han iniciado la expropiación de otros dos como primer paso para conservarlos. Abrir sus puertas a visitantes y habilitarlos como alojamientos turísticos son los principales usos que reciben las antiguas fortificaciones en su segunda vida.
Al menos media docena de castillos están en venta en las comarcas de Lleida. Van desde un torreón medieval en Talarn con un precio 700.000 euros; hasta la casa fortificada a entrada de Unha, del siglo XVI y estilo gótico.
Piden por ella 2,8 millones. Algunas de estas antiguas fortalezas pueden encontrarse en los portales en internet de inmobiliarias especializadas en edificios singulares.
Otras, en cambio, se venden a través de otros canales. En Navès, el castillo de Besora, restaurado años atrás por su propietario, se muestra actualmente a personas interesadas en adquirirlo.
Algunos, como el de Vicfred, en Sant Guim de la Plana, han pasado años a la venta sin hallar comprador, mientras que en otros casos como el de Preixens ha habido negociaciones para comprarlo sin alcanzar un acuerdo..
La compraventa es una de las vías por la que antiguos castillos de Lleida en manos de particulares reciben una segunda vida. Algunos están catalogados como bienes culturales de interés local o nacional. Unos están vacíos y sin uso, mientras que otros se han rehabilitado para convertirlos en la casa o en la segunda residencia de sus propietarios, con instalaciones de agua, electtricidad y gas. Ejemplo de esto último es la Torre Soldevila de Talarn, uno de los dos torreones de la antigua fortificación del siglo XIII. Está actualmente habitada, aunque la inmobiliaria que trata de venderlo a través de internet recalca su potencial para convertirla en un alojamiento turístico.
Peramola y Alt Àneu han abierto procesos de expropiación de castillos para poder conservarlos
Este es, precisamente, uno de los principales usos que reciben las antiguas fortalezas en manos de particulares. El castillo de Preixens fue durante unos años un alojamiento rural con capacidad para una decena de personas. En este mismo municipio, el castillo de Pradell de Sió abrirá el próximo verano como hostal con instalaciones de spa y wellness.
Un caso distinto es el del castillo del pueblo de les Puelles, en Agramunt, cuyos propietarios lo han abierto a visitantes por primera vez en su historia. Tres años de obras han permitido consolidar la estructura, revertir su deterioro y recuperar el aspecto original de estancias como la capilla, un establo o una bodega, entre otras. Los interesados en conocerlo pueden concertar la visita contactando con las oficinas de turismo de la comarca y de Agramunt. En Els Plans de Sió castillo de les les Pallargues está en plena rehabilitación de su fachada, presidida por un arco gótico de 13 metros de altura, el mayor de Catalunya (ver SEGRE del viernes).
La expropiación es otra de las vías por la que castillos cambian de propietario, en este caso para convertirse en bienes públicos. En el último año se han abierto dos procesos de expropiación por parte de ayuntramientos leridanos. Uno de ellos es el de Alt Àneu, que adquiere de este modo parte de los terrenos de la antigua fortaleza de València d’Àneu que todavía no eran de titularidad municipal y seguían en manos de particulares. El consistorio buscó el acuerdo de los vecinos afectados para adquirir estas parcelas, en el marco del proyecto para rehabilitar y consolidar el castillo.
Por su parte, el ayuntamiento de Peramola ultima el proceso para expropiar el castillo medieval como primer paso para rehabilitarlo. Su estado es ahora ruinoso, ha sufrido desprendimientos y el consistorio lo considera una amenaza para la seguridad de los vecinos. Además, provoca filtraciones de agua en edificios anexos. El ayuntamiento ha recurrido a la expropiación después de años en los que ha reclamado sin éxito a los cuatro propietarios que lleven a cabo obras de mantenimiento. También hubo negociaciones para ceder el uso del edificio al municipio, aunque no fructificaron.
El riesgo de desprendimientos ha obligado al consistorio a hacer obras de urgencia, cuyo importe supera la valoración que el consistorio hace del propio inmueble. Como la normativa no permite expropiaciones con saldo negativo, el consistorio plantea tomar como referencia el valor catastral del edificio. Adqurirlo es el primer paso para un proyecto de rehabilitación que supondrá una inversión de 400.000 euros, y que cuenta ya con ayudas de la Generalitat por valor de 150.000. Plantea instalar en él un punto de información turística, un museo, una sala de reuniones y espacios para entidades del municipio.
Mientras, la familia de Antonio Marquez, que adquirió y reformó el castillo de Preixens en 1999, lo ha puesto a la venta por 1,4 millones de euros. Durante unos años la fortaleza había sido un alojamiento rural con cuatro habitaciones y 10 plazas. Los propietarios explicaron que quieren trasladarse a la zona del Garraf y el Penedés, donde reside el resto de la familia. “No tenemos prisa y aquí estamos bien, pero el castillo es muy grande, hay muy trabajo, y ya no estamos para estos trotes”, explican. Hace un par de años tuvieron un par de ofertas para comprarlo aunque al final no llegaron a un acuerdo.
Una fortaleza que abre al público por primera vez El castillo de les Puelles, núcleo agregado de Agramunt, se puede visitar desde este mes de abril por primera vez desde su construcción. Si bien buena parte de la edificación data del siglo XVII (en la ventana principal figura el año 1686), sus orígenes se remontan al siglo XI.
Hasta los años 90 del siglo pasado fue utilizado como vivienda, hasta que sus propietarios se lo vendieron a un particular de Barcelona que quería convertirlo en alojamiento rural, un proyecto que no salió adelante. Hace cuatro años, Eduard Canalias y Anna Bertran, de Agramunt, lo compraron.
Estaba deterioriado y en el interior poco se podía ver de las estructuras más significativas. Han sido necesarios tres años de obras para consolidar el edificio y recuperar el aspecto original de algunas estancias como la capilla, el establo, la bodega y una posible cárcel.
También se puede subir a la torre para apreciar unas vistas privilegiadas de la Vall del Sió. Canalias, anticuario de profesión, se ha encargado de poner todos los elementos para recrear el siglo XVII con piezas de coleccionista.
Él y Bertran explican que tras conseguir su objetivo principal, “mantener en pie este elemento patrimonial y característico de les Puelles”, ahora ofrecen visitas guiadas. .
Una fortificación convertida en hostal con spa y otra en venta en Preixens El castillo del Pradell de Sió, en Preixens, abrirá sus puertas en un par de meses como un hostal rural de 10 habitaciones. Es un edificio declarado bien cultural de interés nacional (BCIN) con una superficie de 900 metros cuadrados, con nueve habitaciones dobles y una individual, así como un área de spa y wellness con jacuzzi y sauna. Sus propietarios, la familia Pons, prevén abrir en verano este nuevo establecimiento turístico.