El Garrigues Sud ya dedica más de 75 hectáreas al cultivo de trufa negra

El riego del Garrigues Sud ya tiene más de 75 hectáreas dedicadas al cultivo de la ‘tòfona’ negra para diversificar la producción y como alternativa a los olivos y almendros. Según fuentes del sistema de regadío, unas 40 hectáreas están distribuidas en fincas de Bellaguarda, otras 30 en Bovera y cerca de 6 en La Granadella. Las explotaciones que comenzaron a producirla en campos de encinares hace unos 15 años ya recogen los cultivos, ya que es el tiempo necesario para las primeras cosechas; mientras que otras que decidieron dedicar fincas a la trufa hace 2 o 3 años están a la espera de poder iniciar la recolección en próximas temporadas.

Al tratarse de ‘tòfona’ de invierno se recoge entre el 15 de noviembre y el 15 de marzo y, según los agricultores dedicados a esta variedad, es preciso tener el carnet de ‘tofonaire’ que expide la Generalitat, pese a ser los propietarios de los terrenos.

Martí, un joven payés de Bellaguarda, asegura que “hace tiempo que la familia introdujo esta variedad cuando las fincas aún eran de secano y de la recolección se encarga una empresa de un familiar que ya tiene el permiso necesario. Es un cultivo que, por lo cotizado y reclamado en el sector culinario, abre grandes expectativas”, indicó. La previsión es plantar más hectáreas de las 8 que ahora dedican a la trufa. También han introducido el cultivo de la viña en su explotación.

Por su parte, Josep Nogués comenzó a plantar trufa negra hace 2 o 3 años también en Bellaguarda. Considera que es una alternativa de futuro para las generaciones que lo relevarán ya que su hijo Albert se incorporará pronto al sector como joven agricultor.

En 2019 había en Catalunya 467 hectáreas plantadas de trufa, de las que 66 estaban en regadío. Representa una producción de 8 toneladas. Por su parte, el Segarra- Garrigues está a la espera de los resultados del cultivo de trufa en la finca experimental de Maials para introducirla.