PROTESTAS CAMPAÑA FORESTAL
Agricultores en pie de guerra
Unos sesenta tractores y cuarenta vehículos participaron ayer por la tarde en una marcha lenta por la carretera C-14 para denunciar el cierre de la base de helicópteros contra incendios forestales de Tiurana durante la campaña de verano, que el departamento de Interior traslada a Tremp. Alcaldes de la Noguera, el Alt Urgell, el Solsonès y la Segarra, las Asociaciones de Defensa Forestal, Unió de Pagesos y Asaja han unido fuerzas para reivindicar que el equipamiento “es esencial para evitar catástrofes forestales como la del incendio que se originó en Ribera d’Ebre”, que afectó en verano de 2019 cerca de 2.000 hectáreas de terreno agrícola del Segrià y Les Garrigues.
Al respecto, el presidente de Asaja en Lleida, Pere Roqué, aseguró que “no queremos que se repita una tragedia como aquella y para ello es clave que se mantenga la base operativa en Tiurana, para controlar y prevenir incendios en una zona que es muy vulnerable y en la que podrían arden 20.000 hectáreas de masa forestal en apenas 12 horas”. La protesta, que generó retenciones de hasta 14 kilómetros en la carretera C-14, comenzó en el término municipal de Bassella y finalizo en Ponts, donde los organizadores leyeron un manifiesto en el que aseguraron que “disponer de medios aéreos estos últimos 9 años nos ha aportado seguridad en la campaña forestal y ha unificado en una sola acción las labores de extinción”.
Asimismo, apuntaron que el traslado de la base a Tremp “haría imposible llegar a un posible incendio en menos de 40 minutos, cuando ya sería demasiado tarde para controlar las llamas”. .