Territorio plantea ahora derribar parte del aeródromo de Alfés para impulsar el tomillar

El departamento de Territorio y Sostenibilidad plantea derribar instalaciones del antiguo aeródromo de Alfés como medida para recuperar y adecuar ambientalmente el tomillar, que cuenta con una superficie de 120 hectáreas. Así se desprende de las cláusulas del concurso para la redacción del estudio ambiental de recuperación del tomillar, que debe estar en 6 meses.

El departamento busca alternativas de uso de las antiguas instalaciones, actualmente abandonadas y en desuso desde 2015, y medidas ambientales y paisajísticas en la zona para hacer compatible la conservación de los valores naturales y patrimoniales de este espacio con la preservación de las aves esteparias, así como ordenar el uso público. El estudio ambiental debe determinar los equipamientos que deberán mantenerse y los usos a que se destinarán las instalaciones.

También se plantea adecuar y señalizar el entorno del polvorín y otros elementos de patrimonio histórico asociados a la actividad aeronáutica desde antes de la Guerra Civil, eliminar el helipuerto y adaptar el aparcamiento y los accesos. El estudio ambiental deberá sugerir propuestas de gestión de uso público del espacio con la posibilidad de instalar una torre mirador.

Quedan en pie el hangar, una nave y la pista de aterrizaje. 

El alcalde de Alfés, Hilari Guiu, dijo ayer desconocer la iniciativa de la Generalitat acerca de la recuperación del tomillar que figura en el concurso público y destacó que durante años el consistorio ha intentado negociar la cesión del antiguo aeródromo para convertirlo en un espacio dedicado a la memoria histórica. “No disponemos de información, solo sabemos que está abandonado y degradado”. Aseguró que esta ave protegida no habita en el tomillar.

La Generalitat cerró el aeródromo en 2015 tras la sentencia del TSJC que consideraba que la actividad aeronáutica era incompatible con la protección de las aves. No destruir el único hábitat natural de la alondra dupont en Catalunya fue otro de los factores que llevaron a la justicia a ordenar el cierre.

Cinco años antes se inauguró el aeropuerto de Alguaire, que sustituyó el proyecto aeronáutico de Alfés. La alondra dupont hizo que los secanos de Alfés fueran declarados zona de especial protección de aves (zepa) y que se limitara el riego del Segarra-Garrigues en este municipio a una dotación de apoyo o nula.

La alondra Dupont se consideró extinta hace 10 años del tomillar, pero la Generalitat confirmó hace 3 años que había vuelto. Ipcena pidió demoler el campo de vuelo y cumplir la declaración del impacto ambiental del Segarra-Garrigues que debe incluir la compra por parte de la Generalitat de 250 hectáreas más para la protección de aves.

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