SEGRE

MEDIO AMBIENTE ZONAS PROTEGIDAS

Vivir de los secanos

Lleida tiene más de 54.000 hectáreas protegidas como hábitat para las aves en Les Garrigues, el Segrià, la Noguera, el Urgell y la Segarra || Ocho personas explican sus iniciativas para poder vivir en estas zonas respetando el ecosistema, que cada vez atrae a más turistas y estudiosos

El guarda de Mas de Melons observa el espacio protegido, de más de 6.000 hectáreas, uno de los más extensos de Lleida.

El guarda de Mas de Melons observa el espacio protegido, de más de 6.000 hectáreas, uno de los más extensos de Lleida.AMADO FORROLLA

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Lleida tiene más de 54.000 hectáreas de secanos repartidas por las comarcas de Les Garrigues, el Segrià, la Noguera, el Urgell y la Segarra. Son zonas incluidas en la Red Natura 2000 por su interés paisajístico y, sobre todo, ornitológico ya que acogen especies de pájaros muy cotizados de ver para los expertos de todo el mundo.

Están catalogadas como áreas de máxima protección y dentro de la Red Natura 2000

De hecho, la mayoría son zonas de especial protección de aves (zepas). Los secanos de Balaguer, en la Noguera; de Bellmunt y Almenara, entre Castellserà y Penelles, Els Plans de Sio, los de Anglesola y Vilagrassa, los secanos de Belianes, Mas de Melons-Alfés, Utxesa o el Sas y La Unilla, entre Almenar y Alguaire, son áreas rurales que están despertando cada vez más interés turístico, ya que la escasa intervención del hombre las mantiene intactas, como hace siglos, frente a la eclosión urbanística de alguna zona del Pirineo.

De hecho, hay personas que residen y viven en y de los secanos. Las empresas La Llena de Les Borges y 360 Lab de Lleida han encontrado ocho emprendedores que tienen en ellos su “modus vivendi”.

Más de 100 horas de grabación han dado paso a la creación de “Històries dels secans”, ocho documentales que relatan, respectivamente, en primera persona los trabajos y oficios claves para la conservación de estos espacios con vivencias individuales que, a su vez, son generadoras de actividad económica y vitales para mantener los ecosistemas sin alterarlos. 

Los protagonistas

Son Dolors Català, de Arbeca, dedicada a la producción ecológica de aceite y al frente de una empresa con una trayectoria que se remonta a 1933. Ahora se dedica a hacer jabones para cosmética y también para el cuidado de los pinceles dentro del sector de las Bellas Artes.

Ariadna Boixader, de La Pobla de Cérvoles, tiene una empresa de oleoturismo que organiza viajes y rutas para promover los llanos y sus productos de proximidad. Marc Feixa, de Castelldans, es ganadero y propietario de más de 4.000 cabezas de ganado que pastan en Mas de Melons, Su rebaño de ovejas ayuda a mantener el paisaje durante las cuatro estaciones del año.

Jordi Martí, de Butsènit, es picapedrero. Su pasión es conservar “cabanes de volta” y “balmas” y las terrazas de piedra características que limitan los olivares.

Tiene una empresa en Vinaixa y un taller de artes y oficios para evitar que se pierda esta actividad. Joan Guillaument es un payés de Almenar dedicado al cultivo del cereal en la zona del Sas.

Su dedicación y objetivo es mantener sus plantaciones y producir grano para que otros puedan plantarlo. Anna Mor, apicultora de Aitona, está dedicada a la producción de miel y derivados.

Su labor es una garantía para la conservación de las abejas, vitales para la agricultura. Sergi Sales es un ornitólogo de Barcelona dedicado a enseñar a los aficionados dónde encontrar a la famosa alondra Dupont, la “ganga”, el sisón o el aguilucho cenizo.

Y Jordi Bas es un fotógrafo que tiene una empresa de turismo ornitológico que organiza viajes para expertos de toda Europa.

Los promotores de esta experiencia, Toni Costa y Jordi Clariana, pretenden promover estas áreas conservando sus infraestructuras y actividades básicas e incentivando la coexistencia de las personas. Estos testimonios pueden verse desde el pasado 17 de este mes a través de Youtube.

El guarda de Mas de Melons observa el espacio protegido, de más de 6.000 hectáreas, uno de los más extensos de Lleida.

El guarda de Mas de Melons observa el espacio protegido, de más de 6.000 hectáreas, uno de los más extensos de Lleida.AMADO FORROLLA

El guarda de Mas de Melons observa el espacio protegido, de más de 6.000 hectáreas, uno de los más extensos de Lleida.

El guarda de Mas de Melons observa el espacio protegido, de más de 6.000 hectáreas, uno de los más extensos de Lleida.AMADO FORROLLA

El guarda de Mas de Melons observa el espacio protegido, de más de 6.000 hectáreas, uno de los más extensos de Lleida.

El guarda de Mas de Melons observa el espacio protegido, de más de 6.000 hectáreas, uno de los más extensos de Lleida.AMADO FORROLLA

El guarda de Mas de Melons observa el espacio protegido, de más de 6.000 hectáreas, uno de los más extensos de Lleida.

El guarda de Mas de Melons observa el espacio protegido, de más de 6.000 hectáreas, uno de los más extensos de Lleida.AMADO FORROLLA

El guarda de Mas de Melons observa el espacio protegido, de más de 6.000 hectáreas, uno de los más extensos de Lleida.

El guarda de Mas de Melons observa el espacio protegido, de más de 6.000 hectáreas, uno de los más extensos de Lleida.AMADO FORROLLA

El guarda de Mas de Melons observa el espacio protegido, de más de 6.000 hectáreas, uno de los más extensos de Lleida.

El guarda de Mas de Melons observa el espacio protegido, de más de 6.000 hectáreas, uno de los más extensos de Lleida.AMADO FORROLLA

El guarda de Mas de Melons observa el espacio protegido, de más de 6.000 hectáreas, uno de los más extensos de Lleida.

El guarda de Mas de Melons observa el espacio protegido, de más de 6.000 hectáreas, uno de los más extensos de Lleida.AMADO FORROLLA

El guarda de Mas de Melons observa el espacio protegido, de más de 6.000 hectáreas, uno de los más extensos de Lleida.

El guarda de Mas de Melons observa el espacio protegido, de más de 6.000 hectáreas, uno de los más extensos de Lleida.AMADO FORROLLA

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