Una red de sensores alertará de posibles desprendimientos al valle de Valarties, en Arán

El 11 de mayo del 2018 unos desprendimientos afectaron al río, la pista y los depósitos de abastecimiento de agua de Arties, en la Val d'Aran. Para anticiparse a futuros desprendimientos, Endesa, en colaboración con el Conselh Generau de Arán, están instalando una red de sensores para alertar de posibles riesgos geológicos naturales, como los desprendimientos.

Estos sensores, denominados piezómetros, miden la presión del agua freática de las diferentes capas geológicas del terreno, de manera que se pueden monitorar los resultados y hacer que actúen como sistemas de control. Se construirán tres pozos (dos de entre 30 y 60 metros de profundidad, y uno tercero de 120 metros de profundidad y 15 centímetros de diámetro) dentro de los cuales se colocarán los piezómetros.

Así, esta red de sensores se instalará en la zona de influencia del acuífero del valle de Valarties, al término de Naut Aran. Dentro de los pozos, se colocarán los piezómetros que proporcionarán información de la evolución de la presión freática en los diferentes estratos geológicos, cuyos cambios se asocian a desprendimientos.

El técnico del Conselh Generau de Arán, Jordi Gavaldà, ha destacado que el seguimiento de estos datos permitirá a los técnicos modelar el comportamiento del acuífero con el fin de establecer unos umbrales que puedan alertar del riesgo potencial de nuevos desprendimientos a la zona.

El detonante de este proyecto fue el desprendimiento que hubo el 11 de mayo del 2018.

Este, sin embargo, no ha sido el único accidente que ha habido en el valle. Según informes técnicos realizados, se ha constatado que en el lugar ha habido históricamente otros movimientos de demasiado. Gavaldà ha indicado que el objetivo, por lo tanto, no es sólo detectar vertientes del mismo valle que pudieran ser afectadas de potenciales desprendimientos y repercutir en el cauce de los ríos sino, sobre todo, garantizar la seguridad de la población y de las infraestructuras, tanto propias como ajenas existentes en el valle.

Jordi Asensio, técnico de Endesa en el Arán, ha explicado que para la instalación de los piezómetros se prevé realizar tres sondeos en diferentes coordenadas, siempre en la parte de la montaña del valle. Asensio ha señalado que, dada la particular orografía del terreno, se estudiará, en cada caso, la manera óptima para ejecutarlos, con el objetivo de estropear el menos posible el entorno natural y salvaguardar el ecosistema existente.

El convenio, que tiene una vigencia de cuatro años, tiene un presupuesto de 105.500 euros, de los cuales 88.000 les aporta Endesa mientras que el Conselh asume los 15.500 euros restantes. En este sentido, la compañía se encargará de ejecutar el proyecto, que se prevé que dure unos 60 días, y la administración aranesa se encargará de gestionar los datos que se desprendan y de hacer el seguimiento científico.