FAUNA SALVAJE
Cacerías nocturnas en Lleida abaten más de cinco mil conejos y cien jabalíes desde enero
Medida excepcional para frenar su proliferación allí donde provocan daños a cultivos || La mayor parte se concentra en el Segrià, pero las ha habido también en la Noguera, el Urgell, el Pla y Les Garrigues
Cacerías nocturnas han permitido abatir más de cinco mil conejos y un centenar de jabalíes en las comarcas del llano de Lleida desde el pasado mes de enero. Agentes Rurales, cazadores y agricultores colaboran para llevarlas a cabo en un horario que solo está permitido bajo autorización especial de la Generalitat, en lugares donde la proliferación de estas y otras especies de fauna salvaje ocasionan daños a la agricultura. En los últimos meses esta medida excepcional se ha concentrado en el Segrià, aunque también se ha aplicado en localidades del Pla, el Urgell y la Noguera.
En lo que va de año ha habido 51 cacerías de conejos, que han abatido 5.092 ejemplares hasta el 31 de mayo, según datos del departamento de Acción Climática. Casi la mitad, un total de 24, se concentran en municipios del Segrià: Aitona, Albatarrec, Alcarràs, Alcoletge, Maials, Massalcoreig, Rosselló, Seròs, Soses y Torrefarrera. También las ha habido en Raimat, en el término municipal de Lleida.
En la Noguera ha habido once cacerías nocturnas de conejos en lo que va de año: ocho en Cubells, dos en La Sentió de Sió y una en Preixens. El Urgell ha sido escenario de ocho, con siete en el término municipal de Tàrrega y una en Ossó de Sió. El Pla d’Urgell ha tenido media docena, con cinco en el Estany d’Ivars i Vila-sana y una en Torregrossa. Por último, ha habido dos en Les Garrigues, una en Les Borges y otra en Arbeca.
En cuanto a las cacerías nocturnas de jabalíes, el término municipal de Lleida concentra 34 de las 43 que se han llevado a cabo desde enero. Le sigue la zona de Montagut, en Alcarràs, con tres. El resto tuvo lugar en Alcoletge, Els Alamús, Torres de Segre, Vilanova de la Barca, Miralcamp y Sudanell. Estas se llevan siempre a cabo bajo la dirección de Agentes Rurales, en una furgoneta pickup habilitada con esta finalidad para ganar movilidad y disparar desde una posición elevada.
Las cacerías por las noches se suman a las diurnas, tanto en los periodos hábiles para cada especie como con autorizaciones especiales. Se han expedido al menos un centenar de estos permisos en lo que va de año en las comarcas de Lleida.