El mandato más convulso

Los 231 ayuntamientos de Lleida han alcanzado el ecuador del actual mandato tras afrontar una pandemia sin precedentes y tres temporales igualmente históricos. Las arcas municipales han quedado dañadas y los alcaldes apenas han podido aplicar sus programas electorales. Llegados a este punto, comienza la carrera para los comicios de 2023.

Poco pensaban los candidatos que el 26 de mayo de 2019 ganaron las elecciones municipales en alguno de los 231 municipios de Lleida que les esperaban los dos años más convulsos al frente de la administración local. Pasado el ecuador del mandato, un vistazo al retrovisor lo resume en pocas palabras, a cual más intensa: tres temporales de órdago, una pandemia, cinco mociones de censura y al menos otros seis cambios de alcaldía han marcado esta primera parte de los gobiernos locales 2019-2021.

El mandato comenzó relativamente tranquilo. Junts per Catalunya y Esquerra Republicana se hicieron con el 85% de las alcaldías de Lleida: 112 fueron para los entonces postconvergentes y 86 para ERC y la consigna de las direcciones de los dos partidos independentistas eran claras: había que pactar allí donde no hubiera mayoría absoluta y dejar a las formaciones del 155 en la oposición.

Sin embargo, esta directriz se cumplió solo parcialmente y en algunas corporaciones de peso se rompió. De los 19 ayuntamientos sin mayoría absoluta donde JxCat y ERC sumaban, solo se alcanzaron pactos en seis.

En el resto, la alianza era imposible y, además, el PSC se convirtió en partido bisagra en plazas de la talla de Tàrrega y en Cervera, donde los socialistas dieron la alcaldía a ERC y a Junts, respectivamente. En la capital de la Segarra los republicanos se harían con la presidencia del ayuntamiento vía moción un año después y más adelante, el pasado junio, Junts entró de nuevo en el gobierno local.

El PSC fue decisivo también para dar la presidencia del Urgell a Esquerra. De las cinco mociones de lo que va de mandato, cuatro han sido de ERC y otros contra Junts y una de PP y el PSC contra una independiente.

Pocos alcaldes han podido llevar a cabo su programa electoral en estos algo más de 24 meses (los plenos se constituyeron el 15 de junio de aquel año), superados por la crisis de la Covid y, en numerosos municipios del llano, por las tormentas Dana, Gloria y Filomena (ver página 5). La excepcionalidad ha hecho incluso que una parte de las mociones de censura se votaran excepcionalmente en plenos telemáticos.

Cinco iniciativas en poco más de un año La primera moción fue muy temprana, 41 días después de formarse gobierno en el consell del Sobirà. Le siguieron Maldà, Ponts, Cervera y Gimenells. Dos años después del inicio del mandato, JxCat supera por poco las 100 alcaldías (los cambios han ido en su contra) y ERC se aproxima al centenar: si se incluye la Cerdanya y Gósol (único municipio de Lleida en el Berguedà) alcanza las 93 alcaldías. Mientras, el PSC tiene 11 alcaldías (7 con pactos) hasta el martes, cuando el PP logrará la única en Lleida, en Gimenells.

Los temporales azotan el llano de Lleida

Todo comenzó con el temporal de gota fría Dana de octubre de 2019. Los ayuntamientos de las comarcas de llano afectados declararon pocos meses después daños por valor de 31 millones de euros. Numerosas infraestructuras quedaron dañadas. A principios de 2020 le sucedió el temporal Gloria, con menos impacto. Y en enero de 2021 fue el turno del Filomena. Las compañías aseguradoras pagaron a particulares y empresas 1,3 millones de euros por daños de aquel temporal.

Una crisis con efectos a largo plazo

La crisis económica y social derivada de la pandemia de la Covid tiene consecuencias a corto, medio y largo plazo ya que ha afectado a las principales cifras macroeconómicas del país. Cierres de empresas, ERTEs aún en vigor, sectores que no levantan cabeza como el del ocio nocturno. Los efectos tardarán tiempo en neutralizarse. Mientras, los ayuntamientos han estado en la primera línea a la hora de velar por el bienestar de la población, en especial, durante los confinamientos.