Tres temporales y una pandemia golpean la economía municipal

Sergi Pelegrí se estrenó como alcalde de Arbeca el 15 de junio de 2019 y el 23 de octubre siguiente su municipio fue uno de los más afectados por el temporal DANA, que causó daños que solo los ayuntamientos cifraron unos meses después en 31 millones de euros. Le seguirían las tormentas Gloria y el Filomena.

En medio, la pandemia. “Ha sido frenético”, opina Pelegrí sobre esta primera mitad del mandato.

Los alcaldes apenas han podido poner en práctica sus programas electorales. Han sufrido especialmente la caída de ingresos derivados de la pandemia y también los sobrecostes pero, por el contrario, han recibido ayudas de las administraciones superiores con las que afrontan la excepcionalidad.

Además, el Gobierno central levantó hace unos meses los límites impuestos por la ley de haciendas locales en cuanto al techo del gasto y a la obligación de destinar el superávit a amortizar deuda, a lo que se suma una nueva edición de las ayudas del Plan Único de Obras y Servicios (PUOSC), que se recuperó el año pasado tras varias ediciones en el aire. Lo que viene por delante hasta las próximas elecciones de 2023 incluirá un buen paquete de inversión derivado de las ayudas ya recibidas y de las que quedan por llegar de los fondos Next Generation, señalan fuentes municipales.

Para el presidente de la Diputación, Joan Talarn (ERC), la pandemia ha ocupado 14 de los 20 meses de su mandato y sus efectos se dejarán notar más allá de las próximas elecciones municipales. La corporación incentiva ahora acciones para un nuevo modelo económico de Lleida.

La Diputación activó en 2020 un plan dotado con 5,5 millones para paliar los efectos de la pandemia en los ayuntamientos. Para el vicepresidente Jordi Latorre los efectos han variado mucho según los ayuntamientos y algunos han resultado gravemente afectados.

Falta por ver si los consistorios podrán también optar a los fondos europeos para la reconstrucción o dependerán de entidades supramunicipales..