Cubas de agua en Fonolleres y la Curullada y temen por el polígono

El alcalde de Granyanella, Jordi Purtí, ha explicado que temen por el abastecimiento de agua del polígono industrial de Fonolleres, donde trabajan más de 300 personas en una veintena de empresas del tramo de la autovía A-2 entre Cervera y Tàrrega.

El viernes pasado el ayuntamiento tuvo que llenar el depósito de Fonolleres con el agua de un camión cisterna por falta de recursos propios. El domingo también llevó tres cubas de agua a la Curullada después de que el depósito municipal se quedara sin.

En el caso de Fonolleres, la población se abastece del Canal d’Urgell a través de la traída a la Vall de Cercavins, una conducción prevista para los 56 vecinos del agregado municipal pero que, cuando se construyó, en 1994, no contaba con la demanda del polígono industrial de la A-2 y ahora las conducciones han quedado obsoletas.

Para completar la aportación de agua, Fonolleres se abastece también de 3 pozos de particulares de los que dos ya han quedado secos. El alcalde explicó que tiene prevista esta semana una reunión con el presidente del consell comarcal, Francesc Lluch, para buscar una solución.

El propio presidente del consell explicó que estudiarán una salida.De forma paralela, el consistorio ha iniciado la redacción de un proyecto para construir en Fonolleres un nuevo depósito de agua de 400.000 litros (el actual tiene capacidad para 90.000), y para renovar las conducciones que llevan agua al polígono.

Otras localidades de la comarca consultadas ayer como Torà o Sanaüja, que actualmente se abastecen de pozos propios, admitieron un aumento del consumo. El alcalde de Torà, Magí Coscollola, explicó que el gran aumento de la demanda “nos sitúa en una situación de inseguridad ya que solamente disponemos del recurso de los pozos propios”. En el caso de Sant Ramon, el alcalde, Aleix Buchaca, explicó que en estos momentos de gran consumo de agua “nos salvan los pozos ya que la aportación de la traída de la Vall de Sió es insuficiente”.

Un problema endémico

La Segarra ha sufrido históricamente problemas de garantía en el suministro de agua y los municipios del norte, especialmente Torà y Sanaüja, están pendientes de su próxima entrada en la Mancomunitat d’Aigües del Solsonès, del que ya depende Biosca. A la vez, la Vall del Sió está pendiente de una conexión de urgencia con la potabilizadora de Ratera, en el sistema del Segarra-Garrigues, para asegurar el suministro. Esta conducción abastecer aproximadamente al 80% de la comarca.