COMUNICACIONES CARRETERAS
Arranca con colas la reforma del último tramo de la variante de Lleida, lista en septiembre
Inician los trabajos en unos 7 kilómetros de la autovía A-2 entre el enlace con la C-13 y la LL-11 en Els Alamús || Retenciones de 8 kilómetros en la calzada sentido Zaragoza, con un carril por sentido
Las obras se centran ahora en la calzada sentido Barcelona y el tráfico se desvía hacia la contraria, en la que se registraron retenciones y circulación lenta.
El ministerio de Transportes comenzó ayer la última fase de la reforma de la autovía A-2 en el tramo de unos siete kilómetros de longitud entre las salidas de la C-13 (carretera de Balaguer) y la LL-11 (Els Alamús) y lo hizo con retenciones que alcanzaron los ocho kilómetros, según el Servei Català del Trànsit. Los trabajos afectan ahora a la calzada en sentido Barcelona, por lo que los vehículos deben pasar por la calzada en sentido Zaragoza, que tiene habilitado un carril para cada dirección de la marcha.
El proyecto se enmarca en a reforma de 15 kilómetros de la variante de Lleida de la A-2 (que tiene en total más de 32) con una inversión de 7,6 millones de euros, lo que supone casi dos millones de euros por kilómetro. Es la mayor reforma de la variante desde que se estrenó, hace 25 años (1996), según fuentes próximas a la obra.
El tramo actual en obras debía repararse en 2022 pero se ha avanzado para dar continuidad al resto
En los últimos meses se han llevado a cabo las obras en los tramos de Torrefarrera hasta el enlace con la C-12 (carretera de Corbins), en ambos sentidos; y de la C-12 hasta el enlace con la C-13.
La previsión del ministerio es que los trabajos que comenzaron ayer concluyan a principios del mes de septiembre.
El subdelegado del Gobierno en Lleida, José Crespín, que visitará hoy las obras, explicó ayer que la reforma de los 15 kilómetros debía llevarse a cabo en tres ejercicios entre 2020 y 2022, por lo que los 7 kilómetros que comenzaron a repararse ayer tenían que ejecutarse el próximo año. Sin embargo, subdelegación y la delegación de Carreteras del Estado han logrado avanzar la inversión para dejar el proyecto listo entre 2020 y 2021. Pese a todo, el próximo 2022 quedarán pendientes aún los trabajos de los carriles de aceleración y las rotondas, así como la última capa de rodadura, que implicará menos restricciones.
Las obras se centran ahora en la calzada sentido Barcelona y el tráfico se desvía hacia la contraria, en la que se registraron retenciones y circulación lenta.
