TRENES BALANCE
Los trenes de La Pobla cumplen 5 años con un 36% más de viajeros pese a la pandemia
El volumen de pasajeros cayó en 2020 un 58% y en lo que va de año es un 30% menor al de 2019, que fue año de récord || FGC ha invertido más de 102 millones en la línea desde que la asumió, en 2005
La línea de La Pobla ha multiplicado el número de viajeros cada año de forma exponencial desde que el 25 de julio de 2016 (el domingo se cumplen cinco años) se estrenaron los dos convoyes que operan actualmente la línea. Aquel año se cerró con 126.081 viajeros, lo que implica 345 al día, y los primeros seis meses de este año se han registado 85.687 pasajeros, que son 468 al día, un 36% más. La tendencia ha sido la misma en el último lustro si bien el año pasado, primero de la pandemia, el volumen de viajeros cayó un 58% en relación a 2019, cuando, además, se había alcanzado una punta de 251.483 pasajeros (689 diarios). En 2017 fueron 206.651 y en 2018, 221.504.
En 2020 la cifra cayó a 104.697 y este 2021 si la media se mantuviera todo el año serían 170.800, lejos aún de la frontera psicológica de los 200.000 superada hace cuatro años.
La línea fue traspasada por Renfe a la Generalitat en 2005. Desde entonces, la inversión en el tren de La Pobla ha sido considerable, tanto en los nuevos trenes (el tercero está actualmente construyéndose) como en seguridad, de modo que hasta 2020 alcanzó los 102,4 millones de euros, según avanzó el conseller Jordi Puigneró en una respuesta a preguntas parlamentarias sobre la línea. Para este 2021 se prevén otros 9,1 millones de euros.
En 2012 Ferrocarrils redujo el servicio del tren de La Pobla a menos de la mitad por recortes presupuestarios. Cuatro años después llegaron los dos nuevos trenes y las frecuencias se recuperaron e incluso se aumentaron, de modo que entre Lleida y Balaguer operan diez trayectos al día por sentido y entre Balaguer y La Pobla de Segur cuatro.
Ferrocarrils instala detectores de movimientos de tierra en las barreras de contención de piedras
En su respuesta parlamentaria, Puigneró señala que Ferrocarrils de la Generalitat lleva a cabo controles en los taludes de la línea comprobar su estabilidad, pese a lo cual se han registrado varios desprendimientos de rocas, uno de ellos, el pasado marzo cuando la caída de parte de una ladera chocó contra un tren y lo descarriló. Puigneró aseguró que los controles con drones se llevan a cabo en los taludes más elevados ya desde antes de 2016. Además, el pasado abril se instalaron detectores en las barreras dinámicas de contención de las piedras que registran cualquier movimiento de tierras, lo que implica un elemento más para evitar incidencias. El accidente de marzo mantuvo la línea cortada hasta el 16 de abril. El tercer tren llegará en 2022.