Estany Gento, potencia natural

Era 1985 cuando la entonces Fecsa (actualmente integrada en Enel Green Power, la rama de renovables de Endesa) ponía en servicio en Vall Fosca, en el Pallars Jussà, y entre los 1.700 y 2.100 metros de altitud, la central hidroeléctrica reversible de Estany Gento-Sallente, la primera de bombeo en toda Catalunya y que representó toda una revolución tecnológica y un claro ejemplo de cómo este complejo se ha convertido en referente en la transición energética.

La central funciona de forma totalmente reversible entre Estany Gento (cota superior) y el Estany de Sallente (inferior), produciendo energía eléctrica en las horas de mayor demanda energética aprovechando un desnivel de 400 m entre los dos pantanos y bombeando agua en el embalse superior en las horas valle de consumo energético, explica Antoni Mera, delegado en Cataluña de la Fundación Endesa.

“Supone un claro ejemplo de cómo un equipamiento hidroeléctrico diseñado a inicios del siglo XX, como es el caso de Estany Gento –un embalse destinado inicialmente a alimentar las turbinas de la central hidroeléctrica de Capdella, ahora hace más de cien años–, fue capaz de adaptar sus características para seguir siendo esencial para la generación hidroeléctrica actual de Catalunya. Sin duda, la instalación de centrales capaces de almacenar energía para poder disponer de ella en el momento en que es necesaria supuso una auténtica revolución tecnológica y provocó un incremento sustancial de la eficiencia del sector energético”, destaca Mera.

Estany Gento-Sallente, que limita con el Parc Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, es la central de más potencia instalada de Endesa en España, con 468 MW (que puede suministrar 8 horas seguidas), que equivalen al 50% de potencia de la nuclear de Ascó, lo que permite alimentar con electricidad 100.000 hogares, con una población de unas 400.000 personas, la suma de los habitantes de las ciudades de Lleida, Tarragona y Girona.

La energía solo se puede almacenar en baterías o en centrales de bombeo. Pues para hacernos una idea de lo que supone la capacidad de Estany Gento-Sallente, cabe decir que sería el equivalente a la batería de 32.000 coches eléctricos de 100 Kwh. Si hace más de 100 años Endesa trajo la innovación al Pallars, este espíritu sigue estando presente en 2021 con la digitalización de unas instalaciones, las de Estany Gento-Sallente, que ya forman parte del Big Data.

El teleférico, que en su día fue el mayor de carga de Europa (25 Tm), potencia el uso turístico, social y económico del territorio.

Se cede cada verano –del 1 de julio al 30 de septiembre– al Patronat Municipal de la Vall Fosca y permite contemplar 25 lagos de montaña de los ríos Rus, Tort y Mar. En la cabina caben 56 pasajeros y se hacen más de mil viajes de 12 minutos con vistas espectaculares.

“Estany Gento-Sallente es pieza clave en la optimización de las fuentes de producción de energía renovable”

“Un salto hidroeléctrico reversible como el de Estany Gento-Sallente es una pieza clave en la optimización de las fuentes de producción de energía renovable”, dice Antoni Juan Palau Ibars, doctor en Ciencias Biológicas y profesor titular de la UdL en el departamento de Medio Ambiente y Ciencias del Suelo, especialista en limnología, la ecología de los ecosistemas acuáticos continentales en general y de los embalses y ríos regulados en particular.

“La producción hidroeléctrica, dado que se puede almacenar y regular (el agua en los embalses hace la función de batería), es la que se utiliza para ajustar la suma de producción de todas las energías (térmica, nuclear, solar, eólica, etc.) con la curva diaria de la demanda y juega un papel clave en el sistema eléctrico.

Y con respecto a su eficiencia, supera el 90 e incluso el 95%”, añade Palau. “Es una fuente de energía interna, propia, compatible con muchos otros usos del agua (abastecimiento urbano, industrial, regadíos, control de avenidas, actividades de ocio...)”.

La zona de Lleida es un paradigma en el uso del agua.

Sin la producción hidroeléctrica en el Pirineo y Prepirineo, los pueblos de montaña y su apasionante historia reciente de obras hidráulicas espectaculares, de gentes venidas de todas partes, serían diferentes. Pero es que en el llano pasa lo mismo.

Sin el agua regulada que llega por canales hidroeléctricos y de regadío desde grandes embalses, estos pueblos meridionales también serían muy distintos..