PATRIMONIO INDUSTRIAL
La Sucrera pide auxilio
Un derrumbe en la antigua fábrica de azúcar de Menàrguens pone de manifiesto la necesidad de llevar a cabo obras para frenar el deterioro de este elemento protegido del patrimonio industrial || Un legado único en las comarcas leridanas que requiere de inversiones para salvaguardarlo
El hundimiento esta semana de una parte del tejado del edificio de la Casa Gran de la antigua fábrica La Sucrera de Menàrguens ha puesto de manifiesto la necesidad de invertir en este elemento del patrimonio industrial único en Lleida para preservarlo.
La Sucrera es uno de los 150 elementos patrimoniales imprescindibles vinculados a la industria de este país. Fue creada en 1899 por el ingeniero industrial barcelonés Manuel Bertrand y está formada por diferentes edificios que se encuentran en un recinto de 80.985 metros cuadrados. Disponía de tres naves centrales con una chimenea de 65 metros y una casa para los ingenieros y oficinas, la Casa Gran.
Su construcción tuvo un gran impacto sobre la economía de Menàrguens y de los pueblos vecinos, ligada al alto rendimiento del cultivo de la remolacha. El único problema era el transporte, que se solucionó con la construcción del Carrilet o el tren petit, de vía estrecha, necesario tanto para recibir la materia prima de la comarca como para llevar el azúcar fuera de la provincia.
Con la fábrica se creó una red de ferrocarril para dar servicio a la industria conocida como ‘el Carrilet’
La red ferroviaria revolucionó las comunicaciones locales entre Menàrguens y los pueblos que cultivaban remolacha para la industria. Enlazó con la línea de Mollerussa, de vía ancha, lo que aseguraba una comunicación más estable con el resto de la península. Más de 500 personas trabajaban durante la campaña en la fábrica, además del personal del tren.
En la primera década del siglo XX, la Sociedad General Azucarera Española (SGAE) compró la fábrica a Bertrand ante el incremento de azucareras en todo el territorio español (más de 30). Tras años de bonanza por la gran demanda se pasó a un exceso de oferta y la fábrica dejó de ser rentable. En agosto de 1963 La Sucrera cerró después de más de medio siglo. La compañía la puso a la venta por 60 millones de pesetas. Fue adquirida por diferentes propietarios y las naves centrales se convirtieron en cámaras frigoríficas para fruta y almacenes para la cooperativa local. La Casa Gran fue adquirida por un empresario leridano.
El ayuntamiento pide ayuda a las diferentes administraciones
Los edificios de fábrica de la Sucrera de Menàrguens son de propiedad privada y declarados Bien Cultural de Interés Local (BCIL) por lo que el consistorio dio de plazo hasta mañana lunes para ejecutar obras de estabilización en la Casa Gran después del hundimiento de parte del tejado.
Pese a ello, la alcaldesa de Menàrguens, Anna Calvís, explicó que el consistorio no puede asumir la consolidación de este patrimonio y apuntó que trabajarán para que distintas administraciones inviertan en su preservación. “Es un edificio histórico y debemos preservarlo, pero ello requiere inversión pública y privada y acciones que ayuden a frenar su degradación y evitar la pérdida de este legado que marcó la historia de la localidad”, dijo.