Central de Escales, energía segura

Era el año 1955 cuando la compañía Enher, ahora integrada en Enel Green Power, la rama de renovables de Endesa, ponía en servicio la central de Escales en el desfiladero del mismo nombre, en la Alta Ribagorza, en un entorno fronterizo entre Cataluña y Aragón, convirtiéndose en la primera presa que construyó la empresa en su plan de aprovechamiento hidroeléctrico de la cuenca del Noguera Ribagorçana.

Estábamos en plena etapa del “desarrollismo” y este plan de aprovechamiento hidroeléctrico del río Noguera Ribagorçana comportó, después de la pionera Escales, que Enher –Empresa Nacional Hidroeléctrica del Ribagorzana– construyera 11 centrales más en la misma cuenca entre los años 50 y 60 del siglo pasado, como recuerda Toni Mera, delegado en Cataluña de la Fundación Endesa.

Escales es una central de tipo caverna y fue considerada un hito de la ingeniería a su momento, explica Eduard Saura, técnico de la instalación. Está formada por tres grupos hidráulicos de 15 MWh cada uno, que producen un total de 136.900 Mwh/año, una energía derivada del aprovechamiento de la fuerza del agua que hace que sea totalmente limpia y 100% renovable.

Su contribución a la sostenibilidad es pues absoluta, porque, además, su reserva de agua permite el uso para el riego del sector ganadero y turístico y, un aspecto bastante importante, es una central clave en la regulación de la cuenca del Noguera Ribagorçana y en el control de posibles avenidas de agua.

La presa de Escales, integrada en el paisaje porque se usó piedra del entorno en su construcción, tiene 125 metros de altura, una longitud de coronación de 200 y un embalse con una capacidad de 152,31 hectómetros cúbicos de agua. Eso garantiza que la central esté preparada para dar energía a la red en momentos en que otras fuentes renovables (por ejemplo eólicas) no funcionan, añade Saura.

Hay, sin embargo, un elemento diferenciador en su arquitectura que cabe destacar porque contribuye a reducir los riesgos laborales. Este elemento son las falsas fachadas que se edificaron dentro de la caverna para simular, junto con una iluminación artificial, que la instalación es exterior. Eso mejora al 100% el día a día de los trabajadores dándoles la sensación de no confinamiento, lo que constituye otra contribución de la central de Escales al concepto contemporáneo de sostenibilidad.

El embalse de Escales, por capacidad y situación, se ha convertido en un agente ecológico de primer orden en el territorio al ser punto de recarga de agua de los hidroaviones, para que puedan combatir los incendios forestales en este área del Pirineo, que cuenta con grandes masas de bosque.

Además, abarca canales de riego de Lleida y Huesca y suministra agua de boca a las poblaciones de Sopeira y Puente de Montañana. En su entorno, se han creado actividades acuáticas y turísticas, generando empleo.

“Escales es fundamental como elemento regulador del Noguera Ribagorçana en caso de posibles avenidas”

“Escales es fundamental como elemento regulador en caso de posibles avenidas en el Noguera Ribagorçana”, asegura Albert Alins, exalcalde d’El Pont de Suert y actualmente director general de Políticas de Montaña y del Litoral de la Generalitat, añadiendo que el plan de seguridad del que dispone la central garantiza que estas imprevistas subidas de caudal estarán siempre bajo control.

Alins, hombre del territorio de la Alta Ribagorça, considera que la relación entre El Pont de Suert –donde fue alcalde–, el Ribagorçana y las instalaciones hidráulicas ha generado “oportunidades, pero sobre todo su construcción supuso un punto de inflexión en el territorio, una transformación paisajística, social y ambiental y la creación de riqueza.

Una sociedad agraria y ganadera se convirtió también en una sociedad industrial”. Para Alins, las centrales hidroeléctricas han aportado tres grandes oportunidades en el territorio: “Han generado puestos de trabajo directos e indirectos; se han convertido en un elemento paisajístico singular dotado de atractivo turístico y arquitectónico y, quizás lo más importante, genera energía limpia y sostenible a partir de recursos naturales, compatible con usos paisajísticos, agrarios, turísticos y ambientales.” Alins considera “un gran reto hacer compatible la gestión de la producción de energía hidráulica con el resto de los usos del agua. "Tenemos que coger este reto porque el futuro pasa por ahí”.