COMARCAS
Las EMD reclaman una regulación: "Dependemos de la buena voluntad de los consistorios"
La demarcación de Lleida concentra 54 de las 65 entidades catalanas
La proximidad y la rapidez en las gestiones son dos de los aspectos que los ciudadanos más valoran en el trato que tienen con la administración. Esta es una de las bases que promovieron la creación de las entidades municipales descentralizadas (EMD) dentro de un municipio. En Catalunya, hay 65, la mayoría de las cuales concentradas en el Alt Pirinei y i Aran. El presidente de Valldoreix y de la Agrupación de EMDs de Catalunya, Josep Puig, reclama que el Govern y el Parlament impulsen una normativa que regule su funcionamiento en Catalunya, como ya pasa en otras comunidades autónomas. Una opinión compartida por el presidente de Jesús, una EMD de Tortosa, Víctor Ferrando, que remarca que a menudo dependen de la "buena voluntad" del municipio del cual dependen.
La demarcación de Lleida concentra 54 de las 65 entidades catalanas. En las comarcas de Tarragona hay 6, en las de Barcelona 4 y en las de Gerona 1. La media de población se encuentra en los 460 habitantes, pero hay cuatro que superan los 3.000 habitantes, entre las cuales Valldoreix y Jesús. Son zonas habitadas que por motivos singulares, ya sea por volumen de población o por distancia física con el núcleo en el cual pertenecen, reclaman el derecho a poder tener entidad jurídica propia. A partir de los convenios de constitución a que se llega con el municipio del cual forman parte, asumen competencias y reciben recursos.
Entre otros, las EMD se ocupan de la vigilancia de preservación de su patrimonio, del alumbrado, el mantenimiento del espacio público y la promoción de acontecimientos culturales y deportivos. Pero el acuerdo establecido en la constitución con el municipio puede comportar otras atribuciones.
"De no tener nada o ser un barrio a ser una EMD hay una diferencia abismal, porque podemos generar y gestionar los recursos, pero además para el vecino supone tener un lugar próximo para hacer gestiones u obtener permisos de obras, por ejemplo", explica Josep Puig, presidente del EMD de Valldoreix y de la Agrupación de EMDs de Catalunya, entidad que permite una coordinación entre ellos y defender sus intereses. Puig admite que es fundamental tener una buena relación entre el EMD y el ayuntamiento de la localidad, independientemente del color político, para garantizar una buena acuerdo con respecto a la aportación de servicios de los cuales se depende del municipio, como la seguridad o la recogida de basura.
A diferencia de otras comunidades autónomas, en Catalunya no se dispone de una ley que regule las EMD, y por eso la agrupación que las representa quiere que Governy Parlament impulsen la regulación de su funcionamiento. "Además, según la ley, a partir de los 10.000 habitantes se podría solicitar ser municipio, pero está para ver si en un futuro próximo es así", explica Puig, que ve cómo los incrementos de población acercan alguna de las EMD catalanas, como la de Valldoreix, en este umbral.
La ley de racionalización y sostenibilidad de la administración local (LRSAL), además, priva en las nuevas EMD de disfrutar de personalidad jurídica propia o a tener una presidencia, a la vez que no pueden acceder a ciertos recursos externos. Estos aspectos consideran que van en detrimento de los núcleos de población que quieren tener entidad propia: "Siempre defenderemos que las EMD son la administración más próxima al ciudadano y que permiten ofrecer servicios de manera más directa y personal".
En el Talladell no está encima de la mesa ser un pueblo independiente de Tàrrega, pero su presidenta, Marta Vilardosa, no descarta que algún día lo pueda ser. Se constituyó en EMD hace 11 años después de celebrar un referéndum. Actualmente tiene 233 vecinos. Ser EMD les permite tener competencias sobre el mantenimiento y la limpieza del pueblo, y pueden contribuir a las subvenciones de la Diputación de Lleida. Buena parte de su presupuesto, que asciende a 138.000 euros, proviene del Ayuntamiento de Tàrrega. También tienen competencias en materia de salud, promoción comercial y juventud.
Vilardosa considera que sus funciones son prácticamente iguales en las de un alcalde, pero con una atención más "personalizada". Sin embargo, no pueden ejercer todas las competencias, y la presidenta del Talladell califica de "muy buena" la relación con Tàrrega. Lo que queda de mandato, lo destinarán a arreglar calles, mejorar el alumbrado y arreglar un casal del siglo XVIII que es propiedad del pueblo.
Las EMD no tienen alcalde, sino presidente. Su elección se hace el mismo día en que se celebran elecciones municipales, pero no se escoge una formación, sino a la persona que se quiere como presidente, con un sistema de doble urna. El escogido asume el cargo durante los siguientes 4 años sin posibilidad que se le pueda presentar una moción de censura. Cada entidad dispone de un plenario, que lo configuran el presidente, escogido por sufragio universal directo, y las vocalías, nombrados por los partidos en función de los resultados de las elecciones municipales.
Desde Jesús, Ferrando ve "incomprensible y extraño" que el presidente de una EMD pueda encontrarse un equipo de gobierno con quien no compartiera la misma visión política. Y por eso también reitera la necesidad de revisar el marco normativo actual.