El sector turístico de Lleida confía en igualar las cifras del 2019

El sector turístico de Lleida y el Pirineo encara la recta final de la temporada de verano con "muy buenas sensaciones" y con la confianza en que podrá cumplir la previsión de recuperar los resultados alcanzados en el 2019, que cerró con un récord histórico de 565.000 viajeros y 1.428.000 pernoctaciones.

El jefe de Promoción y Marketing del Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida, Juli Alegre, ha indicado que después de un buen inicio en junio, la campaña ha seguido con tendencia creciente hasta llegar en agosto con buena parte de los establecimientos rozando la plena ocupación, especialmente los fines de semana. La previsión para septiembre también es buena.

Más del 80% de los visitantes son catalanes, mientras el turismo internacional se ha situado al 11% en julio. Desde el Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida confían en igualar los resultados del verano del 2019 y, a falta de conocer los datos definitivos, ya hablan de "buenas sensaciones" por parte del sector turístico.

También señalan que la campaña de este año no tiene nada que ver con la del verano pasado, que estuvo marcada por el confinamiento del Segrià a inicios de julio y la avalancha de cancelaciones derivado de este.

De momento, los únicos datos de este año disponibles son los que hacen referencia al mes de junio, al principio de la temporada, y muestran unas mejoras a nivel de pernoctaciones respeto hace dos años del 19% en el caso de los campings, y del 13% en los alojamientos de turismo rural.

En cambio, durante el mismo periodo las pernoctaciones en establecimientos hoteleros han caído un 30% respecto del 2019.

Con respecto al mes de julio, sólo se disponen de los datos que hacen referencia a los establecimientos hoteleros, que muestran una tendencia ascendente, si bien el número de pernoctaciones alcanzadas siguen estando ligeramente por debajo a las de hace dos años, un 2,4% menos.

En el resto de modalidades de alojamiento, el jefe de Promoción y Marketing del Patronato, Juli Alegre, dice que "la sensación es muy buena" y confía en qué se llegará a una cifra similar a la de hace dos veranos.

Además, esta buena previsión mejora en agosto, donde se espera superar los niveles del 2019. De momento, Alegre ya ha dicho que durante este mes buena parte de los establecimientos rozan la plena ocupación, especialmente los fines de semana.

También ha indicado que el volumen de reservas de cara a septiembre es "bueno". "Cuando tengamos los datos podremos ratificar lo que parece una sensación compartida por el sector: que llegaremos a las cifras del 2019", ha afirmado.

En cambio, la parte negativa es la que afecta a los alojamientos de turismo rural, ya que es el sector que ha quedado más perjudicado por la limitación de las reuniones a un máximo de diez personas. Sin embargo, Alegre ha vuelto a destacar que el número de pernoctaciones en establecimientos de turismo rural al mas de junio se han incrementado un 13% respeto al 2019 y lo atribuye al hecho que "a pesar de que han venido menos personas, las estancias han sido más largas".

Aparte de eso, considera que la quinta ola de la pandemia ha tenido una afectación modesta en el sector turístico de las comarcas de Lleida. Según Alegre, el optimismo para poder igualar los niveles del 2019 se debe al hecho de que el tipo de turismo que ofrece la demarcación, basado con propuestas familiares, en entornos naturales y actividades al aire libre, "cada vez está teniendo más adeptos". "Con la pandemia, todos estos aspectos que nosotros ponemos en valor se han universalizado y han sido uno grande atractivo", explica.

Especialmente, ha sido uno gran atractivo para el turista de proximidad, ya que más del 80% de la gente que esta temporada de verano visita las Tierras de Lleida o el Pirineo son catalanes. Y después de un año sin prácticamente turismo internacional, el número de visitantes extranjeros también se ha recuperado ligeramente hasta llegar al 11% el mes de julio.

Se trata sin embargo, de una cifra todavía inferior al 17% que se alcanzó al mismo periodo de ahora hace dos años. Principalmente son turistas procedentes de Francia, pero también de los Países Bajos y de otros estados del centro de Europa.

Por el contrario, Alegre ha indicado que el turista israelí, el "número 1" de los visitantes extranjeros en el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, este año tampoco ha venido por las restricciones a la hora de viajar. Sin embargo, se ha mostrado optimista y confía en que esta tendencia de recuperar visitantes internacionales se confirme pronto