COMUNICACIONES PROYECTOS
La Diputación pide al Estado 4 nuevos accesos a la AP-2 tras el fin del peaje
Habría 9 entre el Segrià y Les Garrigues, similar a la conectividad de la A-2 o la AP-7
Jaume Saltó, Rosa Pujol, Joan Talarn, Marc Baró y Joan A. Mas.
La Diputación presentó ayer una propuesta que trasladará al Estado para que construya tres accesos nuevos a la AP-2 en el Segrià y uno en Les Garrigues tras el fin del peaje el pasado miércoles. También pide reformar el enlace de Soses. El objetivo es integrar la vía rápida en el territorio, generar actividad económica e invertir la despoblación.
La Diputación pedirá al ministerio de Transportes que construya cuatro nuevos accesos en la AP-2 y reforme uno de los actuales para mejorar la conexión de la ya antigua autopista de pago con las carreteras locales, de modo que contribuya al progreso y evite la despoblación.
El presidente de la Diputación, Joan Talarn, presentó ayer la propuesta del àrea de Infraestructura Viaria que contempla un nuevo enlace con la AP-2 a la altura de Fraga; otro en Sudanell; uno en Artesa de Lleida y uno más en Castelldans, además de reformar el enlace de Soses para conectar con la N-II, la CP-7041 y la LP-7043. El coste de las nuevas conexiones, que aprovechan carreteras o pistas actuales, está por determinar pero debería asumirlo el Gobierno central.
Actualmente, los 60 kilómetros en Lleida de la AP-2, libre de peajes desde el miércoles, tienen cuatro accesos: Soses (kilómetro 127); Albatàrrec-Lleida (km 140); Les Borges (161) y L’Albi. También está próximo el de Fraga (114). Con la nueva propuesta pasaría a contar con nueve conexiones.
La propuesta de la Diputación arguye que la actual conectividad de la AP-2 es deficitaria: tiene un enlace con carreteras locales cada 12 kilómetros, menos que la autovía A-2, que tiene uno cada 3 kilómetros; y la autopista AP-7 entre Barcelona y Girona, con una salida cada 5 kilómetros de media.
Los cuatro enlaces nuevos y el de Soses mejorarían la conexión directa con 24 municipios del Segrià y Les Garrigues, de los 49 del área de influencia de la autopista en Lleida que suman 182.000 vecinos. La Diputación sostiene es una propuesta de mínimos.
De hecho, la vicepresidenta y alcaldesa de Aitona, Rosa Pujol, dijo que no descartan plantear otros y que el consistorio que preside elabora una propuesta propia para reclamar uno más. Talarn, a su vez, señaló que los nuevos accesos se plantean en forma de diamante y añadió que aprovechan infraestructuras actuales.
Este proyecto permitiría también reforzar el eje viario al sur de Lleida ciudad entre Seròs y Mollerussa entre la C-45, la C-12 y la C-233, que contempla el plan territorial de Ponent.
El jefe del servicio de Vías y Obras de la Diputación, Joan Albert Mas, remarcó que a los nuevos enlaces hay que sumar otras actuaciones como la mejora del acceso de Lleida. Mientras, el diputado Marc Baró afirmó que el proyecto contribuirá a reducir los tiempos de trayecto de modo que también se reducirán las emisiones de CO2.
La propuesta de la Diputación coincide con la reclamación de ayuntamientos y plataformas para aprovechar la nueva vía rápida gratuita para desarrollar el territorio. El propio Gobierno central incorporó a los presupuestos del Estado una partida para estudiar tanto el tráfico como la permeabilidad de esta vía.
“Liberar el peaje cambia radicamente la movilidad”
Joan Albert Mas remarcó que la gratuidad del peaje “transforma radicalmente la movilidad” en el Segrià y Les Garrigues. El presidente, Joan Talarn, evitó pronunciarse sobre la duplicación de la N-240 que pide, por ejemplo, JxCat. El acto de ayer contó con el apoyo del presidente de la Cámara de Comercio, Jaume Saltó.
