Provocan aludes de rocas para prevenir su caída sobre una carretera en Camarasa

Rocas de gran tamaño cayeron ayer sobre la carretera que comunica Camarasa con los núcleos de Sant Llorenç de Montgai y Gerb. Se desprendieron como consecuencia de voladuras controladas, que tienen como fin evitar que piedras sueltas en la ladera caigan sobre los vehículos que circulan por esta vía, propiedad de la Diputación. La corporación provincial la cerró al tráfico el pasado 30 de agosto para llevar a cabo estos trabajos y espera reabrirla antes del lunes, al inicio del curso escolar. Precisamente, una de las líneas de bus escolar de la Noguera deberá circular por ella de lunes a viernes a partir de la próxima semana.

Un vídeo difundido a través de las redes sociales muestra la caída de una gigantesca roca que acaba rodando hasta el pantano de Sant Llorenç. Fuentes de la Diputación indicaron que formaba parte de los desprendimientos controlados, mientras que fuentes municipales y vecinos de la zona corroboraron que habían sido informados de estos trabajos. El responsable del área de Servicios Técnicos del ente provincial, Marc Baró, explicó que, al iniciar las obras, los operarios encontraron más rocas sueltas de lo esperado.

“Triplicamos los turnos de voladuras para acelerar las obras y cumplir los plazos previstos”, apuntó Baró, que indicó que la actuación incluye reparar los daños que sufra la calzada como consecuencia de la caída de piedras.

También contemplan analizar la estabilidad de la ladera mediante tecnología de ultrasonidos y otros procedimientos. Así lo explicaron fuentes de la Diputación, que apuntaron que las nuevas contrataciones para la conservación de la red provincial de carreteras incorporan estudios de las laderas próximas a las calzadas, así como planes de intervención que permitan conservarlas en condiciones de seguridad.

Cada empresa adjudicataria, añadieron, debe llevar a cabo estas actuaciones bajo la dirección y supervisión de la Diputación.

Cabe recordar que un gran desprendimiento sobre la carretera provincial entre Castell de Mur y Sant Esteve de la Sarga provocó la muerte de dos personas en 2018 y que, en los últimos años, numerosas carreteras leridanas han sufrido también la caída de rocas, desde vías municipales hasta de la Generalitat y estatales. Por su parte, Ferrocarrils de la Generalitat despliega redes antialudes y sensores para detectar la caída de rocas en los puntos más conflictivos de la línea de La Pobla, tras dos desprendimientos sobre las vías en un año que han dañado trenes.

Mont-rebei, ya despejado y solo a la espera de retirar la maquinaria

Los desprendimientos controlados para asegurar la ladera junto a la carretera en Camarasa han coincidido con el final de los trabajos para despejar el paso del congosto de Mont-rebei y reabrirlo tras el alud de rocas que lo cortó en noviembre del año pasado.

Ayer mismo finalizaron estas obras, que han incluido estabilizar la ladera y restablecer el tramo del sendero que quedó hundido. Así lo indicaron fuentes próximas, que apuntaron que está previsto que mañana se retire la maquinaria usada en las obras desde el pasado mes de junio. Añadieron que esto requerirá el uso de un helicóptero.

La disponibilidad de esta aeronave condicionará a partir de entonces el avance de los trabajos. El objetivo del consistorio de Àger es abrir los accesos del desfiladero el próximo fin de semana, diez meses después del desprendimiento de grandes rocas del pasado 12 de noviembre (como avanzó SEGRE el martes).