La Feria de Sant Ermengol de la Seu d'Urgell supera con nota su versión adaptada a la situación sanitaria
El sol y las buenas temperaturas han animado al público a asistir de forma multitudinaria al certamen
La Feria de Sant Ermengol ha vuelto a llenar este fin de semana las calles del centro de la Seu d'Urgell, en una edición especial adaptada al actual contexto de pandemia. El sol y las buenas temperaturas han animado al público a asistir de forma multitudinaria al certamen, que este año ha situado todas las paradas en espacios exteriores. De hecho, la nueva ubicación de las casi cuarenta queserías del todo el Pirineo que participan ha gustado mucho a los visitantes. Desde la organización, conjuntamente con los paradistas, se analizará si esta se quiere mantener de cara al futuro. El levantamiento de las restricciones también ha hecho posible se ofrecieran degustaciones, aunque no ha habido margen para montar la logística de los habituales tickets.
La teniente de alcalde de Promoción de la ciudad del Ayuntamiento de la Seu d'Urgell, Mireia Font, ha dicho que hay mucha gente paseando y que esta se está repartiendo por todos los espacios. Con respecto al sector estrella, enmarcado dentro de la Feria de Quesos Artesanos del Pirineo, ha explicado que la nueva ubicación en el exterior ha gustado porque el público ve que las paradas "estéticamente quedan muy bien" y hay amplitud para pasear. Por este motivo se valorará si se mantiene este formado, teniendo en cuenta que puede quedar público en caso de lluvia o una metorologia adversa durante los días del certamen. Font se ha mostrado muy satisfecha con la afluencia de visitantes en la feria y ha destacado que las diferentes actividades de aula de cata de quesos también se han llenado. Además, el aligeramiento de las restricciones ha posibilitado, en parte, la recuperación de las degustaciones en las paradas. Así, aunque no ha habido margen suficiente como para preparar la logística de años anteriores, algunos productores han optado por ofrecerle igualmente. Desde la organización se les ha dado esta alternativa teniendo en cuenta que, precisamente por la situación sanitaria, inicialmente se había optado por restringirlas.
Asier Osinalde, de la quesería Baztarrika de Gabiria, en el País Vasco, ha destacado que ha notado que el público esperaba la feria con ganas y ha dicho que ha vendido más producto que en ediciones pasadas. "El hecho de no hacerse el año pasado parece que ha sido un 'boom'", ha asegurado. Sobre la nueva ubicación, cree que es un acierto "para salvar la situación" y por el hecho que el tiempo ha acompañado pero dice que de cara al próximo año prefiere volver en el pabellón para ir "sobre seguro". De hecho, el miedo a que llueva durante los días de feria, como ya ha pasado algún año, se un freno para los paradistas. Salvador Maura, de Mas d'Eroles, ha dicho que todo ha ido muy bien y que "como ha hecho bueno, ha sido fantástico". Además, ha resaltado que el espacio permite que pase a mucha gente sin tener la sensación de que hay aglomeraciones. Sílvia Soler de la Formatgeria del Milagro de Riner (Solsonès) también ha valorado positivamente el formato de este año, sobre todo de cara al público. En este sentido, ha añadido que el hecho de que en el pabellón los productores estuvieran muy juntos contribuía a relacionarse más entre ellos.
La Feria de Sant Ermengol cuenta con 177 paradas, todas en el exterior. Una cuarentena de estas corresponden a las queserías de todo el Pirineo y la invitada de este año, la Quesería Sierra de Llodrà de Manacor (Mallorca), las cuales se reúnen en un certamen específico que ha llegado a la 27.ª edición. Este año, además, la organización ha puesto en venta unas bolsas isotérmicas a fin de que los visitantes puedan depositar los quesos y así conservarlos en buenas condiciones para poder hacer las catas en línea desde casa.