Ocupación del 80% en turismo rural y del 75% en bungalows de Lleida

El fin de las restricciones por la Covid también ha animado el turismo este fin de semana.

Después de un verano de récord en lo que respecta a las pernoctaciones con 1,3 millones entre junio y agosto, en otoño la ocupación también está siendo buena gracias a los puentes festivos como el de la Mercè o el Pilar. Durante este fin de semana, que no coincide con ninguna festividad, la ocupación en lo que respecta al turismo rural está al 80%, según los datos del Patronato de Turismo de la Diputación, un porcentaje más que bueno.

El puente del Pilar fue el primero sin limitaciones de aforos para las casas de payés, que ya pueden acoger grupos de más de 10 personas.

Según responsables del sector, las reservas también son buenas para el puente de Tots Sants y comienzan a hacerlas para Navidad, fechas para las que también se prevé estar al completo, si las circunstancias por la pandemia no cambian. Por lo que se refiere a los bungalows, este fin de semana están al 70% y las zonas de acampada a un 30 o 40%, según el organismo.

El 50% de los campings pequeños han cerrado, lo que supone un 20% de las plazas.

El resto están abiertos y la previsión para Tots Sants también es buena. Sin embargo, este fin de semana las reservas en los hoteles no llegan al 20% aunque esperan que mejoren de cara a Tots Sants, ya que el 1 de noviembre es lunes festivo y, sobre todo, durante la temporada de esquí.

La mayoría de los visitantes son “boletaires” animados por la buena campaña de setas, pero también hay otros atractivos como la gastronomía, la naturaleza y el patrimonio cultural.

Responsables del Patronat indicaron que, pese a que el turismo activo ha dado por finalizadas las actividades relacionadas con el río, sigue habiendo mucho interés por otras alternativas como el senderismo o las excursiones en bicicleta de montaña o a caballo.

Por otra parte, el fin de las restricciones también beneficia a restaurantes y bares que han podido llenarse al completo de visitantes. Fuentes del Patronato indicaron que repercute positivamente en muchas comarcas del Pirineo, como es el caso de la Alta Ribagorça, que están inmersas en sus semanas gastronómicas, y muchas otras localidades pendientes de inaugurar ferias relacionadas con productos de proximidad.