Empieza la demolición del peaje de la autopista en Lleida
Este mes de noviembre también está previsto el derribo de las casitas|casetas de las Borges, Soses y l'Albi de la AP-2
Las empresas encargadas de conservar y explotar el tramo de la AP-2 que pasa por las comarcas leridanas han empezado a desmantelar el peaje de Lleida. La actuación forma parte de la retirada de barreras que el Ministerio de Transportes tiene que hacer tanto en esta autopista como la AP-7, una vez finalizadas las concesiones el 1 de septiembre.
Los trabajos para retirar las instalaciones del peaje en el acceso de Lleida se alargarán entre diez y quince días y, posteriormente, se hará lo mismo con los de Soses, les Borges Blanques y l'Albi, eneste orden. En el primer mes desde el levantamiento de barreras, el tránsito en la N-240 que discurre prácticamente en paralelo a la AP-2, sufrió un descenso de vehículos del 32% con respecto a septiembre del 2019.
Este fin de semana se ha formalizado el contrato con la empresa adjudicataria del mantenimiento y conservación del tramo de 61 kilómetros de la AP-2 que discurre por las comarcas de Lleida, la UTE integrada por Arnó, Rubau y Acuaterra. La primera actuación que lleva a cabo es el desmantelamiento de las playas de peajes.
Según ha explicado el subdelegado del gobierno español en Lleida, José Crespín, se ha empezado en el acceso de Lleida y se continuará con los de Soses, les Borges Blanques y l'Albi. En total, estos trabajos, está previsto que se alarguen unos dos meses.
El siguiente paso que ejecutará la UTE adjudicataria, una vez aprobados los proyectos pertinentes, será la reordenación de los accesos una vez retirados los peajes. El contrato que le adjudicó el Estado también incluye la gestión de las dos áreas de servicio existentes en este tramo, las de Lleida y las Borges Blanques, esta última cerrada actualmente.
Durante una visita a los trabajos, Crespín ha destacado que la liberación del peaje de AP-2 y AP-7 supondrá un ahorro económico de más de 750 millones de euros para los catalanes. En el caso del levantamiento de barreras en la AP-2, ha remarcado que "permite disponer una vía de alta capacidad que acerca a los leridanos a Tarragona y Barcelona y también a Aragón". Asimismo, ha dicho que la liberación puede suponer un estímulo para atraer empresas a los municipios por donde discurre.
El subdelegado del gobierno español también ha puesto en valor que la liberación también supone "un cambio importante en la movilidad en el territorio". En este sentido, ha explicado que, en el primer mes desde el levantamiento de barreras, el tráfico en la N-240 que discurre prácticamente en paralelo a la AP-2 sufrió un descenso del 32% de vehículos con respecto a septiembre del 2019, ya que en el 2020 el volumen de vehículos fue muy inferior al habitual.